La inteligencia artificial ha impactado nuestras vidas de muchas maneras. Un ejemplo sorprendente es la historia de Greg Mushen, un hombre de Seattle, EE. UU., que logró perder 12 kilos y cambiar su estilo de vida con la ayuda de ChatGPT de OpenAI.
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Greg, como muchos de nosotros, ha admitido que odia la práctica de correr. Eso cambió con la ayuda de ChatGPT. Escéptico, decidió probar el plan de ejercicios propuesto por el chatbot.
Sorprendentemente, la IA pudo elaborar una rutina que se adaptaba a sus necesidades y deseos. Incluso los pasos iniciales simples, como colocar sus zapatillas deportivas junto a la puerta, fueron efectivos, captaron la atención de Greg y lo animaron a seguir con el plan.
El día 30 del plan, Greg alcanzó un hito importante: su primera milla, poco más de 1,5 km. Esto fue un gran motivador para él, que comenzó a encontrar placer en la actividad física.
“Cada carrera estuvo dentro de mi nivel de capacidad. Fui a mi propio ritmo. Después de cada carrera, comencé a sentirme realizado y como no había excedido mi capacidad, siempre sentí que podía hacer más”, explicó Greg.
La pérdida de peso de Greg es más que un número en la báscula; es una transformación del estilo de vida. Motivado por su hija de seis años, encontró en el plan ChatGPT el estímulo para una vida más saludable. Hoy, entrena seis veces por semana y ha visto mejoras en su capacidad aeróbica, frecuencia cardíaca en reposo y estado de ánimo general.
La historia de Greg es una demostración del potencial de inteligencia artificial para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos de salud y bienestar.
Si bien la IA no reemplaza a un profesional especializado, el caso destaca el poder de la tecnología para facilitar cambios de comportamiento y estilos de vida.