La investigación científica de Harvard ha revelado que no es saludable ducharse todos los días. De hecho, la frecuencia diaria de los baños perjudica tu salud y puede traer consecuencias, como infecciones.
Tú datos medicos dermatologia señalar los efectos nocivos del agua caliente y los productos de higiene en constante contacto con la piel. El cuerpo humano produce aceites protectores y bacterias naturales para mantener la piel sana.
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Esta protección se elimina cuando nos duchamos a diario, especialmente con agua muy caliente y jabón o champú que contengan ingredientes agresivos en su composición.
Así, la piel puede sufrir cambios, provocando irritaciones, alergias, infecciones, sequedad e incluso dermatitis.
Los problemas de rutina y culturales también afectan la comprensión de cuál es la frecuencia correcta de baño para garantizar el higiene.
En Brasil, la costumbre de bañarse diariamente es cultural y está ligada al clima tropical del país. En Estados Unidos, gran parte de la población también se baña a diario, mientras que en China, la mitad de la población población afirma que se ducha solo dos veces por semana, según otra publicación de la Universidad Norteamericana.
Otro factor que influye en los hábitos de higiene es que algunas personas sienten la necesidad de ducharse por la mañana para empezar el día.
Sigue leyendo y mira aquí cuál debe ser la rutina de baño semanal y cuáles son los principales casos recomendados.
Según el Harvard University Medical Journal, bañarse dos o tres veces por semana es ideal para quienes no tienen ningún problema de salud que requiera más duchas.
Sin embargo, está claro que, en algunos casos, es importante romper con la rutina del baño para preservar la salud de la piel.
Sobre todo con los niños que pueden ensuciarse más a menudo. Por lo tanto, los padres deben observar la edad y la rutina de actividad física de los niños para determinar la frecuencia del baño.
El baño también está indicado después del contacto con piscinas, debido a la presencia de cloro en el agua, que puede irritar la piel.
Otra fase de la vida que puede aumentar la frecuencia es en adolescencia, cuando el cuerpo está pasando por cambios y puede tener una condición de piel u olor corporal más fuerte.
Así, la rutina diaria de baño puede darse por diferentes motivos, como por ejemplo:
Por todo ello, es válido decir que la rutina de baño debe ir acompañada de las necesidades de salud de cada persona, para conseguir una piel sana y protegida.
Para una atención adecuada al cuidado personal, considere los datos del estudio de Harvard y el proceso natural del cuerpo.