buenas noches desde dormir son esenciales para nuestra salud física y mental. Por ello, es muy importante evitar algunos hábitos que puedan comprometer la calidad de esas horas de descanso. Entre ellos, dormir con la luz encendida, incluso a baja intensidad, además de reducir la profundidad del sueño, puede dañar su salud, especialmente la salud de su corazón.
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Dormir en una habitación iluminada, incluso si está en penumbra, puede activar nuestro sistema nervioso autónomo. Cuando esto sucede, nuestro ritmo cardíaco es un poco más rápido, lo cual es común solo durante el día. De esta forma, se produce un impacto directo sobre el ciclo circadiano y, principalmente, sobre la resistencia a la insulina.
Incluso, este efecto puede afectar directamente la capacidad de algunas personas para ganar o perder peso. Según los científicos, las personas sanas, si se exponen a la luz durante el sueño, pueden tener sobrepeso y obesidad. Al fin y al cabo, cuando hay cierta dificultad para regular la glucosa, el páncreas empieza a producir mucha más insulina, aumentando aún más el nivel de azúcar en sangre.
A través de investigaciones se pudo dar cuenta que la exposición a una luz moderada (100 lux) hace que nuestro cuerpo entre en estado de alerta, lo que provoca que nuestro ritmo cardíaco se incremente. Al poco tiempo, acaba afectando la fuerza con la que se contrae el corazón y la velocidad con la que la sangre es impulsada por los vasos sanguíneos.
Para evitar el impacto de la luz, se recomienda cerrar cortinas y apagar lámparas o televisores. Esta es una excelente manera de evitar el riesgo de enfermedades del corazón y resistencia a la insulina, especialmente si ya tiene una predisposición a estas condiciones. En poco tiempo, incluso puede notar una mejora en la calidad de su sueño.
Por supuesto, tener la luz encendida por la noche tampoco es motivo para desesperarse, sobre todo cuando se trata de un hábito necesario. Si lo prefieres, puedes invertir en lámparas de menor intensidad (3 lux) y de color ámbar o naranja, ya que son menos estimulantes para el cerebro.