A veces, es posible que no notemos que la comida tiene moho porque el moho solo se ha llevado una parte apenas perceptible. O bien, pensamos que comer un poco podría no hacer ningún daño. Por eso algunos médicos han dado a conocer los síntomas que podemos tener después comer alimentos mohosos y la mejor manera de hacer frente a los problemas que rodean esta situación.
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Antes de saber qué puede pasar si terminas comiendo moho sin querer, debes saber que debes evitar comer alimentos que se hayan visto comprometidos tanto como sea posible.
Nunca cortes la pieza de comida con moho.
Mucha gente recurre a cortar el trozo de comida que tiene moho visible.
Sin embargo, esta práctica, aunque bien intencionada, para no desperdiciar alimentos, puede ser muy dañina para el salud, ya que los hongos son organismos microscópicos que producen diversas toxinas que no son visibles a simple vista.
Así, un pan mohoso, por ejemplo, no solo se contamina en la parte visible, sino también en la parte entera, siendo la mejor opción para tu salud tirarlo entero.
Los síntomas varían según el tipo de moho.
Algunos mohos, cuando se consumen, pueden ser más dañinos para la salud que otros. Al igual que especies como Aspergillus, Fusarium, Penicillium, Rhizopus y Cladosporium, que ciertamente producen micotoxinas que provocan graves enfermedades en caso de contaminación.
Sin embargo, se recomienda tirar la comida tan pronto como aparezca cualquier señal. mancha o color diferente al natural, o pedazos “borrosos” en el alimento, independientemente de la especies.
Es posible que no sientas nada cuando consumes algo mohoso, pero también existe la posibilidad de tener síntomas más comunes de malestar abdominal o, en casos severos, necesitar acudir a urgencias.
Sin embargo, esto dependerá tanto del tipo de moho como de la cantidad ingerida.
Así, las consecuencias pueden ser sólo los síntomas de náuseas, vómitos y calambres abdominales. Sin embargo, pueden ocurrir reacciones más intensas como anafilaxia, erupciones en la piel, dificultad para respirar y shock.
De esta forma, es fundamental aprender a almacenar los alimentos de la mejor forma posible, recomendados para cada tipo de alimento. Además de prestar siempre atención al aspecto y olor de los alimentos cada vez que se consumen.