Últimamente, las personas buscan cada vez más practicar actividades físicas. Incluso, mucho se escucha sobre los beneficios que ofrece este hábito.
Sin embargo, la investigación dice que el ejercicio físico no ofrece beneficios mentales. Después de múltiples análisis, los investigadores dijeron que encontraron evidencia no concluyente sobre el beneficio cognitivo potencial del ejercicio.
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Luis Ciria, investigador postdoctoral del Centro de Investigación en Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada en España, dice que estas afirmaciones sobre la relación de la actividad física con los beneficios mentales deben hacerse con cautela hasta que se disponga de evidencia más creíble. acumular.
Se han realizado más estudios
Esta vez, los investigadores compararon a un grupo de personas que hacen ejercicio regularmente con un grupo totalmente inactivo, mientras que otros los compararon con grupos menos activos.
El resultado no fue nada nuevo. El grupo que hizo ejercicio regularmente vio beneficios considerables en comparación con los grupos sedentarios. Pero aún así, los investigadores dijeron que encontraron pocos puntos brillantes para el cerebro de persona sana debido a la rutina de ejercicio.
Después de todo, ¿cuál era el propósito de la investigación?
Para Ciria, el objetivo principal de la investigación es reconsiderar las políticas públicas que promueven la adherencia a los ejercicios solo en función de sus supuestos beneficios cognitivos.
La Organización Mundial de la Salud o los Institutos Nacionales de Salud dicen que la actividad física mantiene un estado cognitivo saludable, pero Ciria no está de acuerdo.
Ya se habían realizado otros estudios
Stephen Rao, director del Schey Center for Cognitive Neuroimaging en la Clínica Cleveland, dice que los estudios varían considerablemente, por lo que sugiere la importancia de de no depender únicamente de los ensayos clínicos, y se deben realizar más estudios observacionales para encontrar evidencia concreta de que el ejercicio beneficia al cerebro.
Es importante notar que Ciria no está sugiriendo que la actividad física no tenga efecto en el cerebro, pero él enfatiza que se necesitan pruebas más profundas antes de que las organizaciones recomienden ejercicios para mejorar la función cerebro.