¿Cuánto vale un dibujo hecho en una cárcel? Después de ganar notoriedad con la miniserie "inventando a ana“, de Netflix, Anna Delvey, detenida por malversación de fondos cuyo verdadero nombre es Anna Sorokin, se ha volcado a vender sus obras de arte producidas en la cárcel y está construyendo una fortuna. ¡Verificar!
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Anna Delvey era el nombre falso que usó una joven rusa en 2013 cuando se mudó a la ciudad de Nueva York. Logró insertarse en los círculos de las clases sociales más altas de la ciudad, donde utilizó su identidad falsa.
Debido a que Anna Delvey mantuvo un estándar digno de lujo en su estilo de vida y apariencia, nadie cuestionó ni dudó de su verdadero estatus. Se hizo pasar por una heredera alemana.
Sin embargo, con el tiempo, la gente comenzó a sospechar de la veracidad de su historia, que terminó convirtiéndose en uno de los casos de desfalco más grandes del mundo.
Su historia fue la inspiración para una serie debido al gran plan de robo que Anna Delvey logró planear. La miniserie “Inventando Anna” tiene como objetivo central la reconstitución de sus crímenes.
Su apariencia genuina era una característica que ayudaba mucho a la hora de aplicar sus golpes. Este hecho fue lo que más llamó la atención de la producción audiovisual.
Robo agravado, robo de servicio y robo de propiedad fueron los tres delitos revelados en su condena de abril de 2019. Anna Delvey solicitó préstamos y transacciones financieras ilegales ante la ley, con lo que engañó a innumerables estadounidenses. Después de todo, la joven tenía mucha confianza y estaba por encima de toda sospecha.
En prisión, Anna se encargó de organizar una exposición. En total se produjeron 27 obras a partir de su experiencia de vida, todas realizadas con los pocos recursos artísticos que tenía Anna dentro de su celda. Sus obras tienen como objetivo expresar sus sentimientos relacionados con los golpes cometidos por ella.
Actualmente bajo arresto domiciliario, Anna vende sus obras de arte en línea. En el sitio web del Founder Art Club, sus obras pueden ser adquiridas por el increíble valor de US$ 17.500, equivalente a R$ 89.300 si se convierte a nuestra moneda.
Sorprendentemente, este no es su trabajo más caro, razón por la cual su vida es digna de un documental. El valor de otra pieza de Anna está fijado en US$ 25.000, equivalente a R$ 127.000.
Finalmente, de estafadora, Anna se convirtió en una artista que se encuentra bajo arresto domiciliario y aseguró su fortuna a través del arte producido dentro de la prisión.
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