La verdad es que el pandemia fue el principal responsable de generar varios cambios en nuestra sociedad, desde la fundación de nuevas formas de convivencia hasta la forma en que nos percibimos y reconocemos como individuos. Según investigaciones recientes, los comportamientos adquiridos o amplificados por las nuevas pautas impuestas por pandemia de COVID-19 se puede observar más agudamente después de este evento.
Así que si quieres saber más sobre lo que la pandemia nos enseñó sobre nuestra personalidad, sigue leyendo este artículo.
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El equipo de investigación analizó que, entre otras cosas, la extroversión está asociada a una mayor inclinación a la reticencia a aislar socialmente, que muchos de nosotros notamos durante la pandemia. Durante las pautas para quedarse en casa, la mayoría de nosotros conocemos a personas que cumplen con ese descripción y que insistieron, a pesar del escenario, en optar por actividades presenciales, a pesar de la pautas.
Otra investigación encontró que los extrovertidos solteros tenían una visión negativa de las restricciones sociales necesarias para contener la propagación de COVID-19. Así, fue posible inferir que, considerando que la extroversión está ligada a la sociabilidad, estas personas tenían más dificultad para mantener el distanciamiento social incluso cuando estaban dispuestos a seguir otras recomendaciones, como lavarse las manos manos.
En términos de otros rasgos de personalidad descubiertos por la investigación, se encontró que la escrupulosidad parecía alentar el cumplimiento de las restricciones sociales y las reglas de seguridad, pero también se asoció con actividades menos prosociales, como almacenamiento.
Otro punto abordado en la encuesta es que compartir valores fue crucial para combatir la pandemia, ayudando a otras personas que estaban pasando por dificultades. El equipo de investigación explica que las personas que valoran mucho la responsabilidad y la seguridad son más propensas a seguir pautas de comportamiento establecido durante la pandemia y que los valores compartidos pueden fomentar un sentido de comunidad que puede conducir a esfuerzos de colaboración para frenar la propagación de propagación de la infección.