A diabetes infantil, también conocida como DM infantil, es una condición caracterizada por una alta concentración de glucosa circulante en la sangre, que puede provocar un aumento de la sed, las ganas de ir al baño a orinar, además de un aumento del apetito por parte del niño, debido a ejemplo.
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La forma más común de esta enfermedad en los niños es la diabetes tipo 1, que puede ocurrir debido a la alteración de las células del páncreas. Se encargan de producir insulina, que es la hormona encargada de transportar el azúcar al interior de las células y evitar que la sustancia se acumule en la sangre.
Este tipo de diabetes infantil es incurable, por lo tanto, solo es posible controlarla, lo cual se realiza fundamentalmente con el uso de insulina, según indicación del pediatra. Además, dicha enfermedad puede ocurrir debido a infecciones genéticas, autoinmunes o después de virus que pueden haber destruido las células productoras de insulina.
Sin embargo, a pesar de que la diabetes tipo 1 es la más común, los niños tienden a tener hábitos de vida poco saludables como, por ejemplo, la falta de de ejercicios físicos y una dieta rica en azúcar y alimentos ultraprocesados, llevándolos a desarrollar diabetes del tipo 2.
Con eso, al notar que el niño presenta alguno de estos síntomas, la recomendación es que los responsables acudan inmediatamente al pediatra. De esta forma, es posible realizar el diagnóstico e iniciar el mejor tratamiento lo antes posible.
Además, la lactancia materna tiene la capacidad de prevenir la diabetes. Por lo tanto, cuanto más largo sea el período de lactancia, menor será el riesgo de que el niño desarrolle diabetes y obesidad en el futuro.