Tras la elección del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT), el programa de vivienda Minha casa, Minha vida tiene planes de reanudarse. El equipo del presidente quiere compaginar las políticas de alquiler social con la construcción de nuevas viviendas, el hecho causó buena repercusiones en el sector de la construcción civil en el país, pero el sector advierte de la importancia de mejorar el programa en las nuevas mandato. Entiende mejor aquí.
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A partir de 2009, se creó el programa Minha casa, Minha vida para facilitar la adquisición de vivienda a familias de bajos recursos y solucionar el déficit habitacional del país.
Estado actual del programa
El programa fue reformulado en el gobierno de Jair Bolsonaro (PL) y recibió el nombre de “Casa Verde e Amarelo”, donde los recursos destinados sufrieron drásticas reducciones. En la propuesta de presupuesto para el año 2023, por ejemplo, el programa tendría un recorte del 95% de su presupuesto.
Con la reformulación del programa “Casa Verde e Amarelo”, muchas casas de Minha casa, Minha vida ya no fueron entregadas a las familias, ya que no se ajustaban a las nuevas normas del programa.
“Nuestra propuesta de retomar el programa Minha Casa, Minha Vida, además de volver a atender a familias de bajos recursos, cuya asistencia está abandonada desde 2016, también prevé mejorar la programa con soluciones y modalidades adecuadas a la diversidad urbana y regional del país", dice a Folha, Miriam Belchior, quien asumirá el cargo en el área de trabajo y infraestructura. Mirian pretende fortalecer la construcción de lotes habitacionales y alquiler social.
El equipo del futuro presidente ya está analizando los costos de la reformulación del programa, que, sólo para resolver la reanudación de las obras, alcanzará R$ 700.000,00,00. Para José Carlos Martins, presidente de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción, la reanudación del programa es muy positiva para el sector, pero además de alertar sobre los problemas relacionado con la construcción de viviendas en lugares de difícil acceso y alejados de los grandes centros, también advierte sobre los retrasos en el pago de la población más pobre. pobre.
La reanudación se realizará con foco en la población más pobre, enfocándose en aquellos con ingresos mensuales de hasta R$ 1800,00, donde reciben subsidios de hasta el 90% del valor del inmueble, sin intereses.
Cerca del 30% de los ingresos de las familias brasileñas se destina al alquiler, la carga excesiva representa cerca del 50% del déficit habitacional del país. En ese sentido, si bien actualmente la renta social se utiliza como medida de emergencia para las personas desplazadas y, por tanto, se paga integral, como póliza de vivienda y llegando a otras familias de escasos recursos, tu pago será parcial y ayudará con el problema alojamiento.