¿Habías pensado alguna vez que podría haber un veneno tan fuerte que pudiera interrumpir la transmisión de señales de dolor a las neuronas? El Conus regius, una especie de caracol cono, es capaz de producir esta sustancia. Debido a esto, los científicos están realizando pruebas con el veneno de caracol capaz de aliviar el dolor severo.
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Es normal preguntarse por qué los científicos usan la sustancia de un animal que puede ser fatal para los humanos. Para saber la respuesta a esta pregunta, es importante entender que la creación de medicamentos con veneno de caracol es por razones sociales y de salud pública.
Eso es porque, en países como Estados Unidos, hay una epidemia de opiáceos. Para tener una idea, en los últimos 20 años, más de 500 mil personas perdieron la vida por sobredosis de este tipo de medicamentos. Este es el resultado de una larga campaña agresiva de las industrias farmacéuticas del país, que fomentaban el uso de opioides en dosis muy altas.
Así, junto a las políticas públicas para combatir el uso excesivo de estos remedios, los investigadores pretenden crear remedios a base de veneno de caracol. Así, podrán reducir aún más el número de adictos.
Básicamente, los analgésicos son medicamentos para inhibir el dolor. Por ello, son muy utilizados en medicina, ya que se adaptan a cualquier situación, como un postoperatorio o para aliviar alguna molestia de un golpe. Sin embargo, por desgracia, nuestro organismo es muy tolerante a las sustancias de este fármaco, requiriendo dosis cada vez mayores. Es por eso que muchas personas desarrollan dependencia química a medicamentos como el ibuprofeno y la morfina.
En el caso de los desarrollados a través del veneno de caracol, tendrían acciones sobre receptores distintos a las células nerviosas. Debido a esto, tendrían contacto directo con los neurotransmisores, a través de la nicotina. Pronto, las señales de dolor ya no serían transmitidas por las neuronas.