La buena oratoria se considera fundamental para quienes quieren afrontar diferentes retos en el mercado laboral. Para tener éxito en este sentido, es importante que el candidato se preocupe por desarrollar esta habilidad a lo largo de su formación profesional.
Tener dominio de las palabras y la capacidad de convencer a los demás en base a argumentos convincentes te encamina a mejores oportunidades. Aunque esta cualidad sí es reconocida en la sociedad, muchas personas todavía se enfrentan al nerviosismo y la ansiedad, los principales enemigos de la buena oratoria.
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La primera consecuencia que provocan estas sensaciones es la dificultad para respirar, ya que la persona inicia el proceso de respirar por la boca. Aunque se considera una acción automática para los humanos, muchas personas tienden a inhalar y exhalar de forma incorrecta. Cuando comienzan a hablar en público, las palabras se cortan, dando la sensación de que los pulmones no tienen suficiente aire.
Para adquirir una buena oratoria y deshacerse de estos malos sentimientos, es fundamental que las personas practiquen técnicas de superación, aprendan a comportarse y se dediquen a lograr buenos resultados. Para ayudarte a desarrollar esta cualidad, te presentaremos 10 consejos que pueden ampliar tus habilidades profesionales en varios aspectos. Compruébalo a continuación:
Aunque algunas personas no prestan suficiente atención a la respiración, es fundamental para ti tener éxito en tu oratoria. La forma correcta de respirar hace que el pulmón se llene completamente de aire. Cuando tu pecho se 'hincha' más, es una señal de que usas más la parte superior de tus pulmones y no usas toda la capacidad de tu sistema respiratorio.
Para no tener problemas al hablar en público, fíjate en cómo realizas este acto y trata de solucionarlo. Si te das cuenta de que estás respirando mal, es recomendable que te acuestes y dediques unos minutos a intentar mover más los pulmones que el pecho mientras haces este proceso. Intenta respirar hondo y dejar entrar el aire para que te sientas más tranquilo y relajado.
Para mejorar su condición física de muchas maneras, salga a caminar y a correr. Esta práctica hace que los pulmones se expandan y permite que entre más aire. Otra ventaja es que los ejercicios aumentan la elasticidad y disminuyen la rigidez de este órgano, lo que proporciona una respiración más regulada.
Puede ser que al iniciar tu oratoria, te olvides de respirar correctamente. Un consejo para reeducar tanto la respiración como el habla es crear el hábito de leer en voz alta en otras ocasiones más naturales, como la lectura de un libro. A través de esta capacitación, se sentirá más seguro al dar un discurso en público y aumentará sus posibilidades de hacerlo bien.
Cuando se presenta en público, es común el uso de diferentes tipos de equipos o herramientas tecnológicas con el fin de hacer más atractiva y dinámica la presentación. Sin embargo, un buen orador debe evitar depender de estos factores para pronunciar su discurso en público.
Recuerde que una buena presentación siempre se basa en el conocimiento del presentador y no en los recursos técnicos disponibles. Por supuesto, puedes usarlos a tu favor, pero antes de eso, desarrolla tu habilidad para equilibrar estos factores para tener una buena presentación.
Al dar una presentación en público, recuerde que su comportamiento es muy importante para estimular el interés de los oyentes. La mirada es fundamental para la comunicación. Hablar mirando al suelo, techo u otros lugares es un elemento prohibido en la oratoria. Se sugiere dirigir la mirada a los más diversos puntos del auditorio o enfocar la mirada en el entrecejo de cada participante.
Los movimientos del cuerpo son excelentes para mantener la atención de la audiencia en lo que se dice, pero preste atención a la forma en que lo hace. Evite caminar linealmente frente al auditorio, ya que se recomienda que los movimientos sean triangulares.
Para los que están acostumbrados a hablar en público, la improvisación ya puede resultar complicada, imagínense para los que no tienen experiencia en el tema. En algunos casos incluso puede funcionar, pero es mejor estar preparado para tu discurso y evitar pasar por una situación no deseada. Un buen orador no necesariamente necesita decir todo lo que ha planeado, pero debe abordar los argumentos principales que dan sentido al discurso.
Otra sugerencia muy útil para perder la inseguridad y reducir la ansiedad es ensayar tu discurso frente al espejo y presta atención a tus expresiones faciales, gestos y entonación, ya que todo esto se puede mejorar considerablemente en tu entrenamientos
Es importante que sea consciente de que sus argumentos deben transmitirse tanto de forma verbal como no verbal. Para mejorar tu oratoria y hacer más dinámica la presentación, usa tus brazos, manos y cara para afirmar y acompañar su discurso, ya que dará la impresión de que está realmente seguro de su él habla. Este consejo es fundamental tanto para el ámbito profesional como para el privado.
La forma en que te presentas cuenta en tu presentación. Sin embargo, su imagen va mucho más allá de la ropa y los zapatos. Las actitudes y los comportamientos también influyen en la construcción de tu apariencia y dicen mucho de ti. Sea humilde y considerado con sus audiencias y adapte su lenguaje de acuerdo a sus particularidades.