“Hacer el bien sin mirar a quién” es una de las frases que retrata una de las relaciones humano más interesante que hay. Después de todo, demuestra solidaridad y la compasión es uno de los actos más hermosos que cualquiera puede tener. Sin embargo, la práctica excesiva del Buen Samaritano no representa una condición emocional saludable, es decir, el complejo salvador está presente y pocos son conscientes de lo que está sucediendo.
Por eso, te detallamos las razones por las que te preocupas demasiado por los problemas de los demás y cómo salir de esta situación. Así que aprende más sobre esta condición.
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Cuando una persona está demasiado preocupada por los problemas de los demás y trata de resolverlos casi siempre, significa que el complejo de salvador le ha golpeado. Además, la persona que desarrolla este complejo es propensa a comportarse como una figura paterna o materna en sus relaciones, muchas veces sin saber por qué. Comprueba ahora por qué te está afectando el complejo de salvador:
Falta de confianza en los demás.
La mayoría de las veces, las personas que se consideran las únicas capaces de lidiar con problemas que no son los suyos demuestran una inmensa falta de confianza en los demás. Esto podría deberse a la negligencia de sus padres, haciéndolos asumir mucha responsabilidad desde muy pequeños.
apego inseguro en la infancia
De niño, siempre acudimos a nuestros padres cuando tenemos un problema que resolver. Sin embargo, en algunos casos, muchos niños no encuentran este regazo, lo que hace que se cubra (inconscientemente) mucho en el cuidado de los demás en el futuro.
Dependencia
Debido a la presencia constante de tutores en la infancia, la persona necesita estar en relaciones en las que se convertirá en el solucionador de todo. Pronto se establece una relación de dependencia y la persona se ve en la necesidad de asumir la responsabilidad de los problemas de los individuos con los que se relaciona. Con esto, se instala el complejo de salvador, haciendo que ella atribuya el éxito de la relación al hecho de que está lidiando sola con todos los problemas.
Incapacidad para decir “no”
El establecimiento de límites es fundamental en las relaciones, si no los hay surgirán problemas. En consecuencia, el simple hecho de no saber decir “no” hace que te dejes llevar por los demás y, al poco tiempo, estarás asumiendo sus problemas.
Manera de no enfrentar tus propios problemas.
Intencionalmente o no, asumir la responsabilidad de los problemas de otras personas es una forma de distanciarse o huir de los propios. Así que preocuparse demasiado por los problemas de los demás no le da tiempo para ocuparse de los suyos.
Ahora que comprendes las posibles razones que te ponen en esta situación, revisa las mejores medidas que puedes tomar para deshacerte de él de una vez por todas:
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