Desde pequeños nos enseñan que las legumbres y las verduras son fundamentales para nuestra salud. Si bien esto es cierto, no todos pueden excederse con estos alimentos, especialmente aquellos con ciertas condiciones de salud. Vea a continuación qué personas no pueden comer demasiadas verduras.
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La cantidad de leguminosas es muy grande, llegando a casi 20 mil variedades en todo el mundo. Es posible encontrar estos alimentos en diferentes colores, texturas, consistencias y sabores. Por ello, son extremadamente versátiles y se consumen tanto en platos caseros como en la alta cocina.
Además, se consideran una de las mejores fuentes de energía, solo superadas por algunos cereales. Después de todo, todos han oído que para crecer y volverse fuerte, debes comer frijoles. Incluso, son excelentes para prevenir diversas enfermedades, como el cáncer, la diabetes e incluso combatir la obesidad.
Sin embargo, lamentablemente, este tipo de alimentación puede no tener resultados tan positivos en el organismo de algunas personas. Por eso, se recomienda consultar a expertos, como médicos y nutricionistas, para que cada individuo pueda entender si las legumbres pueden encajar en su dieta. Vea a continuación los grupos que deben evitar estos alimentos en exceso.
Básicamente, el hierro es un mineral extremadamente importante para el funcionamiento del organismo, especialmente para ayudar a transportar el oxígeno a través de las células del cuerpo. Incluso, la falta de este nutriente puede causar enfermedades como la anemia.
Sin embargo, las legumbres poseen antinutrientes que pueden acabar interfiriendo en la absorción de este mineral. Así, estos alimentos acaban por no ser recomendables para personas en tratamiento por déficit de hierro.
Esta enfermedad provoca cambios en las paredes del intestino, lo que puede afectar directamente el flujo de sangre a través del contenido del tubo digestivo. En este caso, las verduras pueden intensificar esta condición, debido a sus antiminerales y lectinas. Por eso, como muchas personas hacen con los frijoles, se recomienda remojar estos alimentos de 8 a 12 horas antes de cocinarlos.