¿Hay algo más molesto que el hipo? ¡El irritante "hic hic" siempre aparece en los momentos más inapropiados y requiere mucho trabajo para superarlo!
Pero, después de todo, ¿por qué tenemos hipo? El hecho es que el hipo suele aparecer de forma benigna, por muy incómodo que sea. ¡Pero sus causas también pueden esconder problemas de salud!
vea mas
Astrología y genialidad: ESTOS son los 4 signos más brillantes de…
iPhones que no triunfaron: ¡5 lanzamientos rechazados por el público!
¡Vamos a descubrir un poco más!
Todo comienza con el diafragma, ese músculo relacionado con la respiración que separa el tórax del abdomen. La exhalación normal de aire ocurre cuando este músculo se relaja, mientras que la inspiración se produce cuando se contrae. En este proceso, el aire pasa por la glotis, ¿recuerdas? Se cierra para que pase la comida y se abre para que pase el aire.
El diafragma se encuentra justo encima del estómago, al igual que un nervio llamado frénico. Todos están estrechamente relacionados con la causa del hipo. Cuando comemos mucho o tomamos bebidas frías o calientes, e incluso cuando bebemos cantidades excesivas de alcohol, provocamos hinchazón en el estómago.
Con eso, el órgano irrita el nervio frénico que, a su vez, hace que el diafragma se contraiga, como un efecto en cadena. A partir de ahí, la inspiración de aire trata de salir normalmente, pero al mismo tiempo, la glotis se cierra. Es decir, se produce un espasmo del diafragma, lo que provoca una “ruptura” del equilibrio entre su funcionamiento y el de la glotis.
¿Y por qué sale ese ruidito tan característico del hipo? Proviene de las cuerdas vocales que se mueven con el paso del aire. Esta, a su vez, se ve perjudicada por el cierre brusco de la glotis. Afortunadamente, por más irritante que sea, el hipo funciona más como una alarma y no daña la salud.
¿Has notado que cuando hace mucho frío a veces tenemos hipo? O incluso cuando pasamos de un ambiente muy caluroso a uno más frío. ¿Por que sucede? La causa es la misma que cuando bebemos bebidas de diferentes temperaturas. Esta diferencia hace que el diafragma se espasme, provocando la aparición de hipo.
Además de la frecuencia del hipo, existen muchas “simpatías” para hacerlo desaparecer. Beber agua inclinada hacia delante o moviendo los brazos hacia arriba, chupar una rodaja de limón, llevar las rodillas al pecho, etc. Algunos incluso tienen fundamento y trabajo, pero otros, puedes dejarlo de lado. Veamos por qué.
La única manera de hacer que el hipo desaparezca es relajar el diafragma y aliviar la presión sobre el estómago. Así, todo el sistema volverá a funcionar con normalidad, evitando contracciones involuntarias. Por ello, algunas medidas caseras son bastante eficientes y también más sencillas, como por ejemplo:
¿Conoces esas leyendas, como tener miedo, estar boca abajo o sentir cosquillas? Así que nada probado en cuanto a su eficacia, así que ninguno de esos intentos, ¿de acuerdo?
¡Él tiene! Algunos consejos son geniales para evitar esta molesta y vergonzosa situación. Evite comer en exceso y demasiado rápido, dé preferencia a los alimentos de fácil digestión, trate de no pasar por situaciones de estrés intenso o lugares de cambios bruscos de temperatura y, además, procurar no ingerir bebidas alcohólicas en exceso.
Los bebés son bastante propensos al hipo porque su sistema nervioso aún es inmaduro para adaptarse al funcionamiento del diafragma. Hay algunas botellas contra el hipo que pueden ayudar. Si el niño ya tiene hipo, es interesante masajearle el diafragma o la espalda.
A priori, el hipo no es perjudicial para la salud, pero puede indicar un problema más grave, sobre todo si es muy persistente. A veces indican un trastorno en el sistema nervioso, el esófago, el estómago, la vesícula biliar o incluso una neumonía que comenzó en la base de los pulmones. Factores emocionales como el estrés pueden causar hipo persistente.
Las crisis que duran más de 48 horas se denominan hipo persistente. Si duran más de un mes, pasan a un hipo intratable. En estos casos, cuando sientas que el hipo dura más de lo normal, lo ideal es acudir al médico. ¡Cualquier señal que envíe el cuerpo indica que algo allí no está funcionando muy bien!