¿Sabías que hay muchas “mascotas” viviendo en tu cara? Pero tranquilo, de nada sirve correr al baño con el objetivo de limpiar para quitarlos, porque los ácaros de la piel habitan capas más profundas, a las que no podemos llegar con solo tocar la piel de la cara. Sin embargo, un estudio demostró que la existencia de estos seres está amenazada.
Lea mas: ¡Descubre ahora qué dice de ti la forma de tus pies!
vea mas
Astrología y genialidad: ESTOS son los 4 signos más brillantes de…
iPhones que no triunfaron: ¡5 lanzamientos rechazados por el público!
Más del 90% de los seres humanos tienen ácaros en la región de la cara, son de la especie Demodex folliculorum y están con nosotros desde que nacemos, porque son transmitidos por nuestra madre a través de la lactancia.
Según la bióloga Alejandra Perotti, investigadora de la Universidad de Reading, ubicada en el Reino Unido, debemos estar agradecidos por tener la capacidad de ofrecer un hogar para
ácaros, ya que limpian nuestros poros y en consecuencia los mantienen en equilibrio.Estos organismos salen por la noche de nuestros poros en busca de un nuevo folículo de piel en el que puedan aparearse con una pareja y así perpetuar la existencia de la especie. Sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que la existencia de estos ácaros está amenazada debido a cambios en el ADN humano.
O estudiar, que se publicó en la revista Molecular Biology and Evolution, destaca cuán estrecha es nuestra relación con estos microorganismos. Sin embargo, el ADN de estos animales se está erosionando, es decir, se están extinguiendo.
El gen responsable de proteger el cuerpo del ácaro contra la luz ultravioleta, por ejemplo, ya se ha perdido. Sin embargo, esto incluso tiene sentido, ya que solo son más activos durante la noche, en períodos de poca luz.
El trabajo también indicó que, a medida que disminuye la diversidad genética de los ácaros, estos corren el riesgo de una posible extinción, porque se vuelven menos adaptados y más dependientes de nosotros, consecuentemente perdiendo más genes y volviéndose completamente dependientes de los anfitriones para continuar existente.
A medida que esta dependencia se haga absoluta, estos seres ya no podrán salir de sus poros para “procrear” y esto es precisamente lo que amenaza el futuro de la especie. En este sentido, ¿pueden los humanos cosechar pérdidas como consecuencia de esta extinción, como, por ejemplo, nuevos problemas dermatológicos, ya que perdemos a quienes naturalmente hacen nuestro "limpieza de piel".