Los atletas que ilícitamente mejoran su rendimiento y obtienen una ventaja sobre sus competidores terminan siendo severamente castigados por las organizaciones deportivas. Uno de los casos que más repercusión tuvo a nivel internacional fue el escándalo de los atletas rusos en los Juegos Olímpicos.
Según la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el término “dopaje” se origina en la palabra holandesa “dop”, una bebida alcohólica hecha de pieles de uva. Esta bebida era utilizada por los guerreros zulúes, con el objetivo de hacerlos más fuertes durante el combate.
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En 1999, se creó la AMA para hacer cumplir las normas antidopaje. La agencia solo se creó después de un gran escándalo de drogas en el Tour de Francia de 1998. Su objetivo es “promover, coordinar y monitorear la lucha contra el dopaje en el deporte en todas sus formas”.
Para que una sustancia se considere prohibida, la AMA utiliza tres criterios: productos que mejoran la rendimiento deportivo, que supongan un riesgo para la salud del deportista o productos que atenten contra el espíritu Deportes.
El dopaje en el deporte sigue siendo un tema serio y difícil, que pone en peligro la salud de un atleta, amenaza la integridad de los atletas legales y la reputación del deporte practicado.
Detectar drogas en el organismo de personas que practican deporte puede ser un auténtico reto. Los principales métodos utilizados son muestras de sangre u orina.
Debido a la gran cantidad de fármacos que existen en el mercado, algunas sustancias acaban por no ser detectables. El tiempo de consumo de drogas también puede ayudar a evitar la detección de dopaje en los deportistas, lo que perjudica el proceso de análisis.
Sustancias utilizadas
Los organismos deportivos de todo el mundo prohíben varias clases de drogas. A continuación, enumeramos los más populares entre los competidores y sus efectos secundarios en el cuerpo humano:
estimulantes
Los estimulantes aumentan el estado de alerta y la capacidad de superar la fatiga al aumentar la frecuencia cardíaca y el flujo sanguíneo. En el entrenamiento, se utilizan para aumentar la intensidad de un entrenamiento.
Los estimulantes pueden elevar la presión arterial, dificultar que el cuerpo se enfríe, causar deshidratación, reducción de la circulación sanguínea e insuficiencia orgánica.
Esteroides anabólicos y andrógenos
Conocidos como esteroides anabólicos, ayudan a los atletas a entrenar más duro, desarrollar masa muscular y fuerza, y recuperarse más rápido. Los riesgos incluyen daño renal, aumento de la agresión y alteración del equilibrio natural de las hormonas.
diuréticos
Los diuréticos aumentan la tasa de flujo de orina y la excreción de sodio para ajustar el volumen y la composición de los fluidos corporales o para eliminar el exceso de líquido de los tejidos.
Los peligros incluyen deshidratación severa que conduce a un desequilibrio de líquidos y electrolitos, hipotensión, colapso circulatorio, arritmias cardíacas, hipomagnesemia, gota e hiperglucemia.
Analgésicos narcóticos y cannabinoides
En términos médicos, un narcótico analgésico es un opioide, una sustancia que actúa farmacológicamente como la morfina. Son adictivos. Los opioides enmascaran el dolor causado por una lesión o fatiga, lo que permite que los atletas continúen ejercitándose a pesar del daño. Sin embargo, entrenar o competir en este estado puede provocar más daños.
hormonas
Estas sustancias se utilizan para mejorar la masa muscular y el rendimiento deportivo. Las hormonas pueden causar un crecimiento anormal de órganos, enfermedades cardíacas, diabetes, problemas de tiroides, presión arterial alta y cáncer.