El Ford Escort RS Turbo S1 que perteneció a la princesa Diana se puso a la venta en una subasta de Silverstone en el Reino Unido. El automóvil es un modelo exclusivo, encargado específicamente para Lady Di, que condujo entre 1985 y 1988. Hasta donde sabemos, se trata del primer y único modelo Ford Escort RS Turbo S1 negro del mundo, y fue subastado por Silverstone el pasado sábado 27 de agosto.
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La Princesa de Gales, a pesar de estar siempre acompañada por un miembro del Comando de Protección de la Realeza SO14, prefirió conducir su propio automóvil durante el backstage de su carrera política. La figura fue vista varias veces paseando entre tiendas y almorzando con amigos.
El Ford Escort S1 era un modelo estándar fabricado en Diamond White, pero por seguridad se pintaba de negro ya que era un color más “discreto”. Además, por el mismo motivo, el coche sufrió otros cambios, como la inclusión de un segundo retrovisor, destinado a la seguridad, una parrilla delantera regular de cinco aspas para ayudar a un cambio de imagen sigiloso y una radio en la guantera cuyo cable aún está visible hoy.
Lady Di, en un principio, hubiera querido comprar un Ford Escort 1.6i Cabriolet rojo descapotable, pero la idea fue rechazada por la SO14, considerando que el modelo ofrece poca privacidad y protección debido al techo de lona, sin mencionar que es de color rojo. En ese sentido, la princesa eligió este modelo que será subastado, siendo su último Ford, a pesar de lanzamientos posteriores.
El Ford Escort S1 fue devuelto por Princess a Ford Motor Company en 1988 con aproximadamente 6,800 millas recorridas. Desde entonces, ha tenido cuatro dueños diferentes y se ofrece en esta subasta con solo 24,961 millas (alrededor de 40.000 km) y formaba parte de una colección privada de uno de los mayores coleccionistas del Ford RS, de la que formaba parte desde 2008.
El bajo kilometraje y el historial meticulosamente archivado, junto con las exclusivas del modelo, hicieron que el lote n.° 491 en la subasta de Silverstone Auctions no fuera barato. Aunque se ofreció sin reservas, el precio inicial rondaba las 100.000 libras esterlinas (118.000 dólares). Sin embargo, el coche se vendió por la asombrosa suma de 730.000 libras esterlinas.
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