Es muy raro encontrar personas mayores pidiendo ayuda con los botones y funciones de los cajeros automáticos. Y esta es una situación muy incómoda para ellos, no solo por la demostración de no autonomía, sino también por los riesgos de fraude que implica. Con eso, parece que el sistema no fue desarrollado también para clientes de la tercera edad, como si no tuvieran derecho al cajero automático.
Fue precisamente por eso que Carlos San Juan, de 78 años, decidió abrir una petición en internet hace dos meses. Por lo tanto, la demanda es que los bancos ofrezcan un servicio más fácil y práctico, ya que muchas personas mayores no pueden usar completamente el cajero automático.
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Poco después, la petición comenzó a recibir muchas firmas, lo que demuestra que no solo Carlos ya había notado esta dificultad. Sin embargo, dio el primer paso en busca de una situación más digna para los ancianos.
El caso tuvo lugar en España, donde la petición tuvo gran repercusión y recogió más de 600.000 firmas. Sin embargo, el ruido no quedó ahí, ya que el asunto fue llevado a la agenda del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Además, la propia ministra Nadia Calviño se encargó de hablar del asunto a los periodistas en la calle. Estas actitudes crearon expectación entre los ciudadanos, que ya empiezan a exigir medidas al gobierno español. Así, se espera que el Estado se encargue de crear un protocolo respaldado por ley y que garantice el derecho a un cajero automático.
No había forma de no ceder a la presión popular, por lo que el sector bancario envió al gobierno un documento solicitado por Calviño. En él, el sector propone un protocolo de mejora de la atención a las personas mayores, que consiste en ofrecer respuestas rápidas.
Sin embargo, el documento no fue del agrado de todos, ya que se trata de una medida voluntaria, sin garantía de pleno cumplimiento. Aun así, trae sugerencias interesantes, como ampliar el horario de atención a este público, e incluso crear agencias preferenciales.