La oligarquía usa su poder económico para imponer el fin de la guerra rusa contra Ucrania, alegando que es una tremenda catástrofe.
Los empresarios Mikhail Fridmain y Oleg Deripaska, ambos conocidos en el país por su gran poder económico, se pronunciaron y no estuvieron de acuerdo con la decisión del presidente Vladimir Putin. Para ellos, el acto es una verdadera tragedia tanto para Rusia como para Ucrania.
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Para Mikhail, la consecuencia de lo que está sucediendo es una obstrucción del vínculo que los dos pueblos construyeron hace mucho tiempo. También refuerza su cariño por la ciudad de Liviv y su preocupación, sabiendo que el lugar donde nació y vivió hasta los 17 años, está pasando por todo esto.
El otro multimillonario ruso, Oleg Deripaska, llevó el asunto a la cadena Telegram para lograr una gran visibilidad, donde en su discurso impone un acuerdo de paz entre ambos países.
Este conflicto se prolonga desde hace años, desde la década de 1990, después de que Occidente impusiera con rigor gravísimos castigos por la invasión rusa del territorio ucraniano. Y debido a sus influencias ya ejercidas sobre el expresidente Boris Yeltsin debido a guerras pasadas, los multimillonarios intentan lo mismo con el actual gobernante.
Fridmain enfatiza la situación, diciendo que no está de acuerdo con los actos comandados por el presidente ruso y, por supuesto, el descontento de sus socios, que también trabajan en el ámbito empresarial.
Además de Mikhail, otro multimillonario se aseguró de imponer su descontento y reafirmó que, lo ocurrido entre países generará graves consecuencias tanto en las relaciones sociales como políticas y, sobre todo, económico.
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