En los días de frío, para mejorar el frío y para una dieta nutritiva y práctica, los caldos son una buena opción. Cuando están bien preparados, por ejemplo, los caldos pueden incluso ayudar a prevenir problemas de salud y evitar enfermedades.
Pero, ¿conoces alguna forma de prepararlos para aprovechar la verdura por completo, incluso la piel? Sigue leyendo este artículo y aprende a preparar un caldo sin desperdicios.
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Caldo de sopa, de alubias, de verduras, de carne... hay varios tipos de caldos para complacer a todos los gustos. Son rápidos y prácticos y se pueden preparar en cualquier momento del día. Para esto se pueden usar trozos de carne, el resto de los frijoles, las verduras que están en el fondo del refrigerador. No hay un momento adecuado para disfrutarlos e incluso se pueden consumir antes de las comidas.
Se recomienda cocinarlos en una sartén normal, y nunca en una olla a presión, ya que esto puede reducir la cantidad de nutrientes. En este sentido, dependiendo de cada ingrediente que se utilice, el caldo puede tener un beneficio específico. Un caldo de azafrán, por ejemplo, puede prevenir el envejecimiento prematuro y nivelar los niveles de colesterol del organismo.
Para hacer un caldo de verduras y aprovecharlo al máximo, debes saber que necesitarás abusar de los tallos, cáscaras y semillas sin miedo. Así, es posible utilizar zanahorias, cebollas, azafrán, apio, pimienta negra y lo que tengas disponible en tu casa.
Vale la pena recordar que las cáscaras agregan más vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra a tu receta. La casa de plátano, por ejemplo, tiene el doble de vitaminas que la pulpa.
Picar todas las verduras, sin quitarles la piel, colocar en una olla grande y agregar todas las verduras. Poner al fuego y cocinar hasta que hierva. Después de eso, baja el fuego y deja que se cocine por otros 30 minutos.
Luego, cuela el caldo o consúmelo con los trozos de vegetales. También es posible almacenarlo, congelándolo en macetas para utilizarlo en la preparación de otros platos.