El trastorno de pánico, también conocido erróneamente como trastorno de pánico, está asociado a una condición en la que la persona presenta varios ataques de ansiedad al mismo tiempo. Estos episodios suelen ir acompañados de un sentimiento de miedo y desesperación y afectan a alrededor del 1,6% de la población mundial. ¿Quieres saber más sobre este trastorno? ¡Sigue el texto!
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El trastorno de pánico es una enfermedad que afecta a muchas personas en todo el mundo. Hombres y mujeres pueden ver comprometidos sus hábitos de vida al presentar este cuadro.
Generalmente, los ataques de pánico vienen acompañados de episodios severos de ansiedad y miedo intenso a algo que no constituye un peligro real, pero que para estas personas puede provocar reacciones graves. Duran alrededor de 10 minutos e incluso en ese corto período, las personas pueden experimentar sentimientos de muerte y pérdida de control.
Los ataques de pánico tienen síntomas como sudor frío, mareos, náuseas, dificultad para respirar, dolores de cabeza y mareos, y pueden aparecer a cualquier edad.
Las mujeres son las más afectadas, debido a su fragilidad con las emociones y los cambios hormonales, pero los hombres también pueden verse afectados por este trastorno. Además, las causas pueden estar vinculadas a factores biológicos, psicológicos y hábitos de vida poco saludables.
Los tratamientos pueden variar desde la psicoterapia hasta el uso de medicamentos. El seguimiento profesional es sumamente importante para tratar estos casos y evitarlos.
También es posible adoptar algunos hábitos para controlar las crisis, como practicar yoga, técnicas de respiración, aromaterapia y pilates. La aromaterapia, por ejemplo, consiste en utilizar aceites esenciales durante el baño y en el difusor. Los aceites más adecuados para este tratamiento son los de cedro, lavanda, albahaca e Ylang Ylang, que tienen propiedades calmantes y antidepresivas, proporcionando así relajación muscular y control de la frecuencia cardíaca cardíaco.