Todos comparten, en algún nivel, una superstición que se ha transmitido de generación en generación. ¡Sé el miedo de pasar debajo de las escaleras, o romper el espejo, etc.! Estas creencias forman parte de nuestro imaginario colectivo como seres humanos, pero ¿alguna vez te has detenido a pensar de dónde vienen las supersticiones? Echa un vistazo a lo que dice la ciencia al respecto aquí.
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Los antropólogos entienden que el ser humano siempre está buscando entender los fenómenos de la naturaleza para poder predecirlos. Por lo tanto, crean una serie de narrativas basadas en los principios de similitud y contagio.
Por lo tanto, hay interés en construir estándares para evitar que sucedan ciertas cosas, entiéndalo mejor:
El principio de similitud
La mayoría de las supersticiones nacen de nuestra comprensión de las similitudes, es decir, lo que es similar, de alguna manera, tiene una relación. Por ejemplo, el reflejo en el espejo nos envía directamente a la imagen de nosotros mismos, por lo tanto, cuando el espejo se rompe, creemos que nos va a pasar algo malo.
De esta forma, podemos entender que siempre preferimos creer que todas las cosas están conectadas y que los eventos no suceden por casualidad. Este pensamiento fue en gran parte responsable de estimular la creencia de que podemos percibir señales del universo o más allá de que algo está por suceder.
El principio de contagio
El principio de contagio, por otro lado, consiste en la idea de que siempre estamos en riesgo de recibir influencia de las cosas que suceden a nuestro alrededor. Esta creencia nace porque, de hecho, podemos ser susceptibles a algunas situaciones y fenómenos de la naturaleza. Después de todo, podemos quemarnos la piel cuando tocamos el fuego o mojarnos cuando tomamos la lluvia.
Del mismo modo, creemos, por ejemplo, que pasar frente a un cementerio nos contaminará con la supuesta energía ese lugar. Otro ejemplo es la creencia de que el pensamiento negativo de alguien, o algo que dijo una persona, influirá en nuestro destino y en nuestra vida.