El panorama publicado por la Asociación Brasileña de Empresas de Limpieza Pública y Residuos Especiales (Abrelpe) en 2016, muestra que en ese año los brasileños produjeron 78,3 millones de toneladas de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Estos desechos incluyen desechos orgánicos y desechos inorgánicos.
La diferencia entre estos dos tipos de basura está en su origen. Mientras que uno proviene de materiales animales o vegetales, el otro existe a través de las transformaciones realizadas por los humanos, especialmente en lo que respecta a la producción de estos componentes, como aluminio, vidrio y rieles.
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A la hora de enajenar también existe otra diferencia fundamental. Mientras que el primer tipo se descompone fácilmente, a veces en cuestión de días, el segundo puede tardar cientos de años en desaparecer por completo de la naturaleza.
Este es un tema querido por la sociedad en su conjunto, ya que tiene profundos impactos en el planeta y, en consecuencia, en la vida de las personas. Conocer más a fondo los tipos de basura, y saber tratar con cada uno de ellos, es fundamental en el proceso de sensibilización de las personas.
Se consideran residuos orgánicos todo tipo de material de origen animal o vegetal. Algunos ejemplos de residuos orgánicos son los restos de comida, madera, hojas, huesos y cáscaras de huevo.
Se diferencian de otros residuos principalmente por la facilidad con la que se pueden descomponer. Algunos de ellos, en cuestión de días, desaparecen por completo de la naturaleza.
El lastre de esto, que es precisamente la rapidez con la que se descomponen, pueden desprender un olor desagradable y facilitar la proliferación de insectos y animales venenosos.
Otra característica importante a mencionar es que se pueden transformar fácilmente en compuestos orgánicos. Esto quiere decir que a través del proceso de compostaje se convierten en abono y sirven para fertilizar diferentes tipos de plantas, debido al alto nivel de nutrientes que poseen.
Además, el gas que producen puede ser utilizado en centrales termoeléctricas como combustible para la producción de energía.
También entran en esta categoría los llamados “desechos humanos”, que están compuestos por la orina y las heces de las personas.
A diferencia de los residuos orgánicos, los residuos inorgánicos son todo aquello que no tiene origen animal o vegetal, es decir, su origen no es biológico. El material que compone este tipo de residuos se caracteriza por haber sido producido por el hombre.
Ejemplos de residuos inorgánicos son: plástico, vidrio y todo tipo de metales, ferrosos o no.
El mayor problema de la producción exagerada de residuos inorgánicos es el tiempo que tardan en desaparecer de la naturaleza. Están diseñados para ser materiales resistentes, un factor que contribuye en gran medida a la descomposición tardía. Vea algunos ejemplos de cuánto tarda cada material en descomponerse.
El gran problema en esta situación es que la demora puede dañar, y mucho, la naturaleza. Uno de los principales problemas que se presentan debido a la incorrecta disposición de los residuos inorgánicos es su acumulación en los océanos, formando verdaderas islas de basura.
Estos, a su vez, ponen en riesgo a toda la vida marina, y también a toda la vida del planeta.
No importa si es orgánico o inorgánico. Toda la basura debe desecharse correctamente. Los procedimientos para cada uno de ellos son diferentes, pero igualmente importantes.
En el día a día, en casa, es importante separar los residuos orgánicos de los inorgánicos. A pesar del retraso en la descomposición de los inorgánicos, muchos de ellos tienen propiedades que permiten la reciclaje. Cuanto más material se reutiliza, menor es la cantidad de basura en la naturaleza y menor la cantidad de materia prima que se necesita producir. Es decir, doble beneficio para el planeta.
Para que se lleve a cabo el reciclaje, los residuos inorgánicos no pueden estar contaminados con residuos orgánicos. De esta forma, además de separarlo, es necesario lavarlo, en caso de que esté sucio. Pero recuerda hacer un uso consciente del agua.
Si tu barrio o ciudad no dispone de recogida selectiva, puedes contactar con alguna cooperativa que recicle materiales de esta naturaleza. Muchos de ellos cuentan con puntos de recogida, o incluso recogen los residuos de los domicilios de las personas.
La correcta recolección y disposición de los residuos orgánicos es responsabilidad de los municipios. La forma correcta de desecharlos es en vertederos. Esto se debe a que cuentan con todas las condiciones necesarias para el almacenamiento y para supervisar el proceso de descomposición.