La compra compulsiva, también conocida científicamente como oniomanía, es un trastorno psicológico muy común, que suele ser síntoma de falta de algún problema o dificultad para relaciones. Las personas que compran mucho, a menudo innecesariamente, pueden sufrir problemas emocionales más serios y deben buscar alguna manera de terapia.
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Este problema afecta más a las mujeres y suele aparecer alrededor de los 18 años. Si no se trata, puede provocar problemas financieros y grandes pérdidas en varios aspectos de la vida. Por lo general, estas personas salen y compran cosas cuando se sienten solas o decepcionadas por algo.
La oniomanía es un trastorno obsesivo-compulsivo, caracterizado por un trastorno de personalidad y psiquiátrico que se incluye en la categoría de trastornos impulsivos. Para un comprador compulsivo, es el acto de comprar, no el artículo, lo que lo emociona.
Hoy en día se puede decir que el trastorno de compra compulsiva se puede catalogar como una adicción. Los argumentos muestran muchas similitudes entre el comportamiento de compra compulsiva y el consumo patológico de drogas. sustancias, incluido el uso compulsivo intenso, la dependencia y la pérdida de control sobre su comportamiento.
Los estudiosos señalan que, para el diagnóstico, se observa:
El primer paso y el más importante (quizás el más difícil) es darse cuenta de que hay un problema y que necesita ayuda. Solo entonces es el momento de pedir ayuda. El tratamiento se lleva a cabo a través de un proceso terapéutico en el que un psicólogo trata de comprender y hacer comprender a la persona los motivos de su consumo excesivo.
Además, los profesionales buscan estrategias durante las reuniones que fomenten los cambios. comportamiento en los individuos, como, por ejemplo, tener una hoja de cálculo para organizar los gastos diarios y semanalmente; reconocer a los facilitadores de compras; cancelar tarjetas de crédito y otros.