La Subsecretaría de Promoción de las Escuelas Cívico-Militares (Secim) tiene como objetivo ampliar la oferta educativa de las escuelas militares en Brasil. Según la subsecretaria de la Secim, Márcia Amarílio, el nuevo modelo se instalará a pedido y tiene como objetivo restaurar la disciplina y la organización. El foco estará en las escuelas públicas con mayor vulnerabilidad social.
“Con el modelo cívico-militar, la escuela cambia de uniforme y de infraestructura. O sea, las instalaciones físicas para atender el programa, y también la gestión administrativa, que ahora la hacen los militares”, explica Márcia. “La gestión de la organización didáctico-pedagógica sigue siendo realizada por docentes civiles”.
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La implementación del modelo depende de la demanda de los departamentos de Educación del país. Ellos son los que deben ir al MEC y señalar qué escuelas podrían recibir el proyecto de la Secim.
Los militares que se desplegarán para atender la demanda de la escuela que se sumó al programa necesitan adaptarse, al igual que los docentes y directores. Para ello, la Secim realizará cursos de adecuación de la escuela al proyecto.
“Vamos a ofrecer cursos de formación para militares precisamente en esta área de gestión escolar, así como así como para los docentes civiles, porque ellos también necesitan adaptarse a este nuevo modelo”, señala. Marcia.
“Creemos que este tipo de entrenamiento minimizará este choque. Es decir, los militares llegarán a comprender mejor a la comunidad escolar y los civiles comprenderán mejor cómo funciona el ejército. Esto traerá armonía al sistema”.
