La diabetes es muchas veces una enfermedad que pasa desapercibida, sin síntomas muy claros. Esto se debe a que los síntomas más comunes son cosas cotidianas que pueden ocurrir en la vida cotidiana y se confunden con otras cosas. De esta manera, es importante que todos conozcan estos síntomas, reconocerlos y buscar un médico para hacer el diagnóstico.
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La diabetes es un síndrome metabólico que puede ser causado por varios factores y se caracteriza por la falta de insulina o ejercicio inadecuado. Además, esta deficiencia de insulina provoca un déficit en el metabolismo de la glucosa, dejando el nivel de azúcar en sangre muy elevado.
Por lo tanto, existen algunos tipos de diabetes, siendo el tipo 1 y el 2 los más comunes. El tipo 1 es cuando el propio sistema inmunitario ataca y mata las células productoras de insulina. Los síntomas más comunes son: mucha hambre y sed, boca seca, ganas frecuentes de orinar y mojar la cama, poca energía y fatiga, visión borrosa, náuseas y vómitos y pérdida repentina de peso.
El tipo 2, que es mucho más recurrente, está causado por la resistencia a la insulina y la dificultad para secretar esta hormona. Con respecto a sus síntomas, muchos son similares al tipo 1, a saber: micción frecuente, mucha sed y hambre, visión borrosa, falta de energía y fatiga, entumecimiento y hormigueo en las extremidades, muchas infecciones, mala cicatrización de heridas y hierve.
Tanto para prevenir como para tratar la diabetes es necesario llevar una vida sana. Por eso, es necesario comer bien, hacer actividad física regular, no fumar, controlar la presión arterial y evitar los fármacos que atacan al páncreas (productor de insulina). Este cuidado es importante en la prevención de la diabetes para todos, pero si tiene antecedentes familiares de la enfermedad, preste más atención.
En el caso de quienes ya son diabéticos, estas precauciones ayudarán a controlar la hiperglucemia y, así, evitarán complicaciones más graves derivadas de la enfermedad. Además, es necesario que, al ser diagnosticada con diabetes, mantengas un seguimiento médico. De esta forma podrá realizar un seguimiento más eficaz de la evolución de la enfermedad y de los niveles de glucosa en sangre y dispondrá de indicaciones sobre el tratamiento y/o medicación adecuada a su caso.