A Revolución industrial comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra, provocando importantes transformaciones para la humanidad con el surgimiento de las industrias y el fortalecimiento del capitalismo. Influyó profundamente en el sistema social, económico y político mundial.
O avance tecnologico y cientifico, permitió la mejora de las técnicas para la producción, además de varios inventos de maquinaria y el uso de nuevas fuentes de energía (carbón y petróleo).
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Las razones que hicieron de Inglaterra el país que lideró el desarrollo industrial, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, fue la creación de la primera máquina de vapor, aún en el siglo XVII, construida por Thomas Newcomen y perfeccionada por James Watt, en el siglo XVIII. La gran acumulación de capital, la política de cercamiento, su posición geográfica, entre otros.
El avance tecnológico de la Revolución Industrial permitió el desarrollo de máquinas destinadas al sector textil. Se crearon varias máquinas con el propósito de tejer hilo. La innovación en ese momento consistió en el hecho de que tales máquinas facilitaron y agilizaron la producción de telas para prendas de vestir. Sin ellos, se necesitarían varias personas para hacer el trabajo.
A principios del siglo XIX, el desarrollo tecnológico condujo a la creación de ferrocarriles y locomotoras. A partir de 1830 se construyeron por toda Inglaterra.
Los ferrocarriles fueron muy importantes porque redujeron las distancias, haciendo más eficiente el transporte de cargas, además de ampliar la capacidad de transporte de productos para la locomoción.
Los ferrocarriles fueron consecuencia de la prosperidad de la industria inglesa. No podía gestionar todos los excedentes de capital, potenciando las inversiones en ellos. En consecuencia, sus financiadores fueron precisamente los capitalistas que avanzaron en la Revolución Industrial.
De esta manera, es claro que la revolución provocó cambios significativos en el modo de producción. Anteriormente, la producción era manufactura, es decir, una producción manual (construida por una sola persona). Después de la revolución, la producción pasó a estar hecha a máquina.
Con el surgimiento de machinofatura, el uso de varios trabajadores para la producción de una sola mercancía ya no era necesario ya que las máquinas hacían todo el proceso solas. De esta manera, el salario del trabajador disminuyó significativamente.
En general, las principales consecuencias de la Revolución Industrial fueron:
La Revolución Industrial se dividió en tres fases:
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