Airbnb es una alternativa para quienes buscan un alojamiento más económico, en el que personas de todo el mundo ofrecen sus viviendas a los usuarios que buscan un alojamiento más asequible. Pero por lo que parece, deja algo que desear en términos de privacidad.
Una familia de Andrew Barker, un profesional de seguridad informática de Nueva Zelanda, se llevó una desagradable sorpresa al intentar conectándose a Wi-fi, cuando ingresó a una casa alquilada por Airbnb, en Irlanda: el lugar tenía una cámara escondida y funcionando.
vea mas
Beneficiarios con fin de NIS 7 reciben Bolsa Família este…
La utilidad del FGTS ya fue decidida y será distribuida a los trabajadores…
Tras el incidente, la familia presentó una denuncia ante el servicio de Airbnb, que a su vez trató el asunto como una simple cancelación, señalando que no devolvería el dinero. Quizás porque Airbnb permite cámaras dentro del alojamiento. Lo que el servicio prohíbe son otros dispositivos de grabación y cámaras no revelados en dormitorios y baños.
A pesar de que no hubo reembolsos, Airbnb había prometido una investigación del caso. Poco después, recibieron un mensaje de la empresa de que habían exonerado al dueño de la casa pero que “no habían no encontró ninguna infracción por su parte”, habiendo permitido poco después que la casa volviera a estar disponible en el sitio.
“Encontramos una cámara en la alarma contra incendios en la sala de estar privada de una casa alquilada. Viajamos con niños”, escribió en Facebook Nealie Barker, madre de cinco hijos. Después de la reacción negativa posterior, se ofreció un reembolso y se prometió que el anfitrión sería investigado nuevamente.
Tras el inconveniente, el vocero de la empresa brinda la necesaria satisfacción: “Hemos eliminado de forma permanente este mal host de nuestra plataforma. Nuestro manejo de este incidente inicialmente no estuvo a la altura de nuestros altos estándares y ya nos disculpamos con la familia y les reembolsamos su estadía en su totalidad”.