En Brasil, llegar media hora tarde es una de las costumbres que se ha vuelto común y tolerable. En Alemania, hacer esperar a alguien es una de las cosas más groseras que puedes hacer. Lo ideal es llegar aunque sea unos minutos antes.
En Brasil es común dar propina a los meseros por el servicio profesional para incentivarlos y recompensarlos por el servicio.
Aunque aquí es una costumbre agradable, en países asiáticos como Japón y Corea del Sur, dar propina a la persona que te atiende puede ser percibido como una ofensa. En este sentido, suelen rechazar el dinero e incluso puede que te lo devuelvan si dejas algún cambio sobre la mesa, como es habitual.
A pesar de ser un gesto lindo e inocente en Brasil, en países como el Medio Oriente, esta señal es un gesto ofensivo y equivale a mostrar el dedo medio por aquí.
Es muy común agregar salsas y condimentos para realzar nuestras comidas, pero para muchos esto es una afrenta. En España y Japón, por ejemplo, si haces eso puede causar molestias. En Italia, por cierto, ¡poner ketchup en la pizza es casi una ofensa!
Es costumbre comer en cualquier lugar para ahorrar tiempo en nuestra rutina en Brasil, pero esto puede ser un problema en otros países. Comer en la calle, en el bus y en otros lugares públicos que no sirvan comida, se considera un comportamiento grosero en Ruanda. Incluso comer un helado puede estar mal visto.
En Singapur, por ejemplo, además de ser descortés al hacerlo, está sujeto a pagar una multa equivalente a R$ 1 mil, por si lo escupes en la calle. Incluso en este país la importación de chicles ha estado prohibida durante mucho tiempo