Estás seleccionando materias para el próximo semestre y, de repente, entre las opciones, hay una que te llama la atención por su singularidad: el estudio experiencial de la felicidad. Sí, el curso existe y será impartido en el campus Gama de la Universidad de Brasilia (UnB).
La innovadora iniciativa de una institución pública brasileña se inspiró en las universidades de Yale y Harvard. El objetivo es apoyar a los estudiantes a enfrentar las adversidades personales y académicas, ayudándolos a encontrar algo que tenga sentido para ellos o para las personas que los rodean.
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Al mencionar el miedo de no poder ingresar a una de las instituciones más deseadas del país, Wander Pereira da Silva, profesor de la materia, explica que “los estudiantes que ingresan a la UnB son cada vez más jóvenes y les cuesta separar la vida personal de la vida académico". Las consecuencias se pueden sentir en el desempeño de la clase.
Sin embargo, el entorno académico no es el único que provoca este tipo de efectos en los estudiantes universitarios. “Vivimos un momento de desesperanza, intolerancia, acoso y falta de perspectiva”, subraya Wander. Por ello, comenta que comprender el significado de la felicidad es fundamental para enfrentar el malestar social y los desafíos académicos.
La dinámica docente incluirá conversaciones, intercambio de experiencias y prácticas grupales. El menú contiene la presentación de estrategias cognitivas y conductuales capaces de ayudar a los estudiantes a lidiar con los factores que generan estrés en su vida diaria. El anclaje estará en el autoconocimiento y la reflexión sobre el sentido de las cosas.
A partir de ahí, la finalidad es dotar a estos alumnos de instrumentos para afrontar problemas muy habituales en esta fase, como la inseguridad, la timidez, la ansiedad y la depresión. Wander, que tiene un doctorado en Psicología de la UnB, además de una licenciatura en Historia y Filosofía, destaca que la dificultad del curso no se quitará, sino que se hará menos dolorosa.
Las clases comienzan a impartirse a partir del 7 de agosto en el campus de Gama. Allí se concentran las facultades de Ingeniería – Automotriz, Aeroespacial, Energía, Electrónica y Software. La elección se basó en las necesidades identificadas por el Comité de Salud Mental de profesores de ingeniería.
Los docentes señalan casos de depresión, ansiedad, principalmente porque la mayoría de los alumnos provienen de otros estados. El titular de la asignatura suma, a ello, las propias condiciones estructurales del plantel, entre ellas la reducida edad de los alumnos y debilitadas condiciones psíquicas.
Pero, el punto primordial es la carga misma que dispensan los cursos de ingeniería, normalmente, muchas disciplinas y requisitos exigidos en investigación y laboratorios. En total, se abrieron 240 vacantes, de las cuales 164 ya han sido cubiertas.