feminicidio es la persecución y muerte dolosa de mujeres por razón de género, es decir, el delito de homicidio, cuya motivación consiste en que la víctima sea una mujer. No todo asesinato de una mujer es necesariamente un feminicidio, sólo aquellos que se cometen en el ámbito familiar y doméstico, o cuando la mujer sufre discriminación y menosprecio.
El origen del término feminicidio, según expertos en el tema, proviene de la palabra “generocidio”, que define el asesinato de personas de un solo género sexual, sean hombres o mujeres. La socióloga sudafricana Diana Russell fue una de las primeras en utilizar el término, en 1976, durante un simposio en Bruselas, Bélgica.
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Se considera femicidio un delito contra la mujer cuando se prueba que el asesinato fue motivado exclusivamente por el género, es decir, cuando la mujer es asesinada simplemente porque es mujer.
Pueden caracterizar el feminicidio: abuso sexual, violación, acoso, tortura, mutilación genital, esclavitud agresiones sexuales, palizas y cualquier otro tipo de agresión física o psíquica que tenga como resultado la muerte del mujer.
El femicidio puede considerarse una forma extrema de misoginia, que es el odio o la aversión a la mujer y todo lo relacionado con lo femenino. Se puede clasificar en tres tipos:
En Brasil, solo en enero de 2019, se registraron más de 100 casos de feminicidio. En promedio, en el país se registran 13 muertes violentas de mujeres al día por razón de género. Por eso, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Brasil es considerado una de las naciones más peligrosas del mundo para las mujeres.
En un intento de prevenir la ocurrencia de estos delitos, en marzo de 2015 la Ley 13.104, más conocida como Ley de Femicidio, por la entonces presidenta de la república, Dilma Rousseff. El femicidio pasó entonces a ser considerado homicidio calificado, que caracteriza un delito atroz, que se considera más grave y tiene una pena mayor.
Así, la pena por el delito de feminicidio oscila entre los 12 y los 30 años de prisión. Esta pena aún puede ser aumentada de ⅓ a la mitad si existen agravantes, como la ocurrencia del delito durante el embarazo o hasta tres meses después del parto, contra los menores de 14 años o mayores de 60, o con discapacidad y en presencia de descendientes o ascendientes del víctima.
