Las palabras de los pioneros del cordel impreso en Brasil y muchos de sus sucesores serán parte de una colección digitalizada en la Fundação Casa de Rui Barbosa, institución federal que custodia uno de los más importantes acervos del género literario en el país.
El proyecto se encuentra en su fase inicial y abarcará 7.000 de las 9.000 obras de la Casa de Ruy Barbosa, que aún no han sido digitalizadas. Los otros 2.000 ya han recibido una versión digital.
vea mas
IBGE abre 148 vacantes para Agente de Investigación Censal; ver cómo…
Publicada ley que establece el 'Programa para la Adquisición de…
El proceso debe durar todo el 2019, y la publicación en línea para el público dependerá de la aprobación de cada cordelista o su familia. En el caso de obras que ya son de dominio público, la disponibilidad en internet ya está garantizada.
La colección de la fundación es muy buscada por los investigadores porque contiene obras de principios del siglo XX. En esa época, cordel obtuvo sus primeras versiones impresas con autores como el paulista Leandro Gomes de Barros, conocido como el “príncipe de los poetas”.
Tenemos también a Carlos Drummond de Andrade, y Francisco Chagas Batista, de Paraíba, que en 1905 contó la vida del cangaceiro Antônio Silvino en ocho páginas que comienzan con la siguiente presentación:
“Le diré al público
la historia de mi vida
Los crímenes que cometí,
Cómo me volví homicida,
¿Y por qué juzgo mi alma?
Eternamente perdido”.
El trabajo es coordinado por la directora del Centro de Memoria e Información de la Casa de Rui Barbosa, Ana Ligia Medeiros.
Ella dice que la colección comenzó a formarse cuando Sebastião Nunes Batista, hijo de Francisco Chagas Batista, donó su colección privada a la fundación.
Además de sirviente en la Casa de Rui Barbosa, Sebastião también fue poeta y organizó una antología de literatura cordel.
La colección de cuerdas raras donada por Sebastião creció con otras donaciones de intelectuales, artistas e investigadores.
“Si no están organizados por una institución, estas obras se acaban perdiendo porque el material es delicado”, pondera Ana Lígia.
Ella cree que es imposible tener una colección de toda la producción cordelera brasileña, porque muchos ejemplares terminan perdiéndose en las casas de los lectores o de los mismos cordelistas. “La digitalización juega un papel en la preservación de la memoria”.
Con la colección digitalizada y disponible en Internet, el director cree que académicos de todo el país podrán enriquecer sus investigaciones sobre el tema, y los docentes podrán utilizar el cordel como material paradidáctico con más facilidad.
“Desde un principio, el cordel ha tenido la función de comunicar la actualidad de manera rápida y con una visión muy peculiar. Es un registro de costumbres”, dice, y agrega:
“Tiene un lenguaje accesible y existe la posibilidad de usarlo como material paradidáctico incluso en la escuela primaria. Y así preservamos la cultura propia del país”.
Dice Ana Lígia que temas como la naturaleza, el amor y la actualidad de cada época y región quedan registrados en la historia del cordel, que en lenguaje popular construye hermosos versos. La información es de Agência Brasil.