La complejidad de la formación y estructura de nuestro planeta exige una gran cantidad de investigación y estudio. Actualmente, la comunidad científica está de acuerdo en que la Tierra tiene tres divisiones principales, responsables de diversos eventos que ocurren en nuestro mundo.
En investigaciones recientes, los científicos han centrado su atención en dos de estas divisiones: el manto y el núcleo de la Tierra. La investigación despertó la curiosidad y renovó la esperanza en el ámbito científico, al revelar posibles novedades sobre la interacción entre estas capas y sus efectos en el planeta.
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Inicialmente, es fundamental comprender la disposición de las capas terrestres, siendo algunas más internas que otras. El núcleo es la región más profunda del planeta, seguido del manto y finalmente la corteza, que forma la parte más externa de la Tierra.
Hay una especie de límite entre el manto y el núcleo, donde el manto rodea al núcleo. Las actividades que tienen lugar en esta área son observadas con mayor frecuencia por los científicos.
Recientemente, los investigadores investigaron un peculiar movimiento de magma en este lugar, obteniendo resultados fascinantes. Se descubrieron estructuras rocosas entre el manto y el núcleo que aparentemente han existido durante millones de años.
Estas grandes formaciones se asemejan a montañas imponentes y probablemente sean componentes antiguos de los vastos océanos del planeta. Según el informe del descubrimiento, el espesor de estas estructuras rocosas alcanza decenas de kilómetros.
Para realizar este descubrimiento, los investigadores instalaron 15 redes de dispositivos sismográficos en la Antártida, encargados de recopilar información sobre las actividades sísmicas recurrentes en nuestro mundo. A través de estos dispositivos se generaron imágenes de la región interior del planeta, a modo de rayos X, que permitieron identificar la formación.
El principal beneficio de este descubrimiento radica en obtener más información sobre el núcleo de la Tierra. Ahora, los científicos tienen más datos para comprender el proceso de intercambio de calor y otras interacciones entre el núcleo y el manto de la Tierra.
Fuente: Ciencia