La Ley de Directrices y Bases Básicas de la Educación Nacional (LDB 9.394/96), en la forma adquirida en su última modificación, establece la división del sistema educativo brasileño. Según el texto, el alumno inicia sus estudios en Educación Infantil y continúa hasta la Educación Superior.
En detalle, la estructura que establece la Ley pasa por la propuesta que se describe en el siguiente cuadro:
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En la tabla pudimos identificar cada etapa separada por edades. En teoría, la educación primaria y secundaria, por ejemplo, debería ser cursada en el grupo de edad de 06 a 17 años. Luego, el estudiante ingresaría a la educación técnica o superior, dependiendo de su objetivo profesional.
Pero sabemos que la realidad no funciona exactamente así. Por diversas razones, en gran medida económicas y sociales, un número considerable de brasileños llega a la edad adulta, pasando sólo por la fase de alfabetización. Triste realidad que tiende a cambiar gracias a la Educación de Jóvenes y Adultos (EJA).
Insertada entre las etapas del sistema educativo brasileño, la EJA vino a brindar acceso a la educación a quienes no tenían oportunidades de ejercerla en las llamadas etapas convencionales. La Escola Educação trae, en este artículo, informaciones sobre el funcionamiento de esta modalidad, además de relatos de quienes tuvieron las puertas abiertas desde su creación.
La Educación de Jóvenes y Adultos (EJA) es una modalidad creada por el Gobierno Federal para quienes no tuvieron acceso a la educación en las escuelas convencionales. Especialmente dirigido a adultos, permite a los estudiantes retomar sus estudios y concluirlos en menos tiempo, posibilitando su cualificación para obtener mejores posiciones en el mercado laboral.
Anteriormente, EJA se conocía como suplementario. Su creación tuvo como principal objetivo la democratización de la educación en Brasil. Hoy, EJA cuenta con dos modalidades, presencial ya distancia. Pero, dentro de cada una, se divide en etapas, desde el momento que abarca desde la primaria hasta la secundaria.
Volviendo a las modalidades, la EJA permite al estudiante estudiar de manera presencial oa distancia. En la primera, es necesario acudir a la escuela donde se imparte el curso para asistir a clases, normalmente por la noche. El segundo es más flexible y, por eso, el curso se hace por internet o con libros y folletos proporcionados por la institución.
Las materias que se ofrecen en la EJA siguen la Base Curricular Común Nacional, es decir, son las mismas que se imparten en la educación convencional. Es decir, en la escuela primaria, los alumnos tendrán contacto con Geografía, Historia, Matemáticas, Ciencias, Educación Física, Artes, Inglés y Portugués.
En el bachillerato les toca tener contacto con Filosofía, Sociología, Historia, Física, Química, Matemáticas, Ciencias, Educación Física, Artes, Inglés y Portugués. Como puedes ver, las materias son las mismas que en el currículo tradicional. La diferencia es que, en EJA, cada serie se puede completar en módulos de seis meses.
Los jóvenes de 15 años en adelante pueden inscribirse en la Escuela Primaria EJA. En la Escuela Secundaria EJA, debes tener al menos 18 años. Los trámites de inscripción pueden depender de cada estado o municipio, ya que EJA tiene cobertura nacional. Pero, con carácter general, el estudiante debe aportar la siguiente documentación:
Los estudiantes que no vayan a cursar la EJA en la misma escuela en la que estudiaron anteriormente también deberán llevar una solicitud de traslado.
La certificación también dependerá del sistema adoptado por cada estado. Por lo tanto, se podrán ofrecer exámenes de certificación o reconocimiento de instituciones que ofrezcan EJA como emisoras. Por parte del Gobierno Federal, está la opción del Inep, el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas Anísio Teixeira.
La institución realiza el Examen Nacional de Certificación de Competencias de Jóvenes y Adultos (Encceja) que, a su vez, es utilizado por los Departamentos de Educación de los Estados para certificar la educación primaria completa. La educación secundaria, por otro lado, puede ser completada certificada por el Enem, además de una nueva evaluación que será creada por el Inep.
No fue fácil llegar aquí.
Esta es la frase que describe el perfil de la estudiante de Pedagogía Alzeni Abreu. Nacida en la ciudad de Monte Alegre, vivía en la zona rural y era miembro de una familia de escasos recursos, lo que la obligaba a estudiar y trabajar para ayudar en el hogar. Realidad más que común en nuestro país.
Las dificultades hicieron que interrumpiera sus estudios y solo estuviera disponible para regresar en 2013 cuando ya era difícil terminarlos en la educación convencional. Madre de un niño de cuatro años, Alzeni necesitaría terminar la primaria para, así, ingresar a la secundaria, lo que le tomaría por lo menos cuatro años.
La oportunidad llegó con EJA, una modalidad presente en su ciudad y, según ella, muy incentivada por las escuelas. “La gente se esforzaba, ponía anuncios en la calle, iba de puerta en puerta, corría detrás de la gente, buscó, ayudó y animó”, recuerda que, para entrar de inmediato a la escuela secundaria, tuvo que tomar un prueba.
Aún así, las dificultades no cesaron. Como estudiaba de noche y no tenía con quién dejar a su hijo, tenía que caminar unos tres kilómetros para llegar a la escuela. Pero, Alzeni ganó y logró completar sus estudios en dos años. Sin embargo, cualquiera que piense que ella se detuvo allí está equivocado.
A pesar de haber sido contratada por el gobierno de la ciudad como cocinera, la joven pretendía hacer un curso técnico en seguridad laboral. Sin embargo, terminó presentando la edición 2014 del Examen Nacional de Bachillerato (Enem). Aquí, ella hace otro cumplido sobre la modalidad. “Mi nota de la redacción fue gracias a los lineamientos que tenía en la EJA”, recuerda.
Una nota tan buena que fue suficiente para pasar tres graduaciones. Dos de ellos en la carrera de Pedagogía de la Universidad Federal de Tocantins (UFT), a través del Sistema Único de Selección (SiSU). La tercera, en un colegio privado, también en Pedagogía, que era su opción por la facilidad de la Educación a Distancia (Ead).
A punto de graduarse -la culminación llega a fines de 2018-, Alzeni continúa con su sueño de graduarse de una institución federal. Por eso, intentará matricularse en el curso de Matemáticas de la Universidad Federal de Goiás. “Ya he triunfado tres veces, así que tengo mucha confianza en que volveré a triunfar”, concluye el dueño de un nombre muy conocido en concursos públicos.
La académica en Educación Física, Leila Reges, inició sus estudios a través de la EJA en 2011, atraída por la practicidad y el tiempo de realización. Según ella, la escuela secundaria convencional se volvió más difícil después del nacimiento de los niños. “Tuve tres e incluso intenté entre un embarazo y otro, pero no pude”, recuerda.
Otra dificultad señalada por Leila fue la necesidad de trabajar, algo muy común entre los estudiantes de esta modalidad. Ella dice que fue fácil completar el curso, con la excepción de dos materias, Física y Química, que tomaron un poco más de tiempo para completar el curso.
El alumno incluso alaba la amplitud de las asignaturas, incluso en la configuración compacta en relación a la enseñanza convencional. ¿Qué pasa con las oportunidades abiertas por EJA? Leila es rotunda al describir los cambios promovidos en su vida profesional y académica después de terminar la escuela secundaria.
“Gracias a EJA logré ascender dentro de la empresa y también ingresé a una universidad privada a través de ProUni, luego de haber realizado el Examen Nacional de Enseñanza Media (Enem)", recuerda que actualmente está terminando la carrera de Educación Física en Goiânia (Ir).