El gobierno alemán aprobó una ley de inmigración cuyo principal objetivo es atraer trabajadores calificados de países que no forman parte de la Unión Europea (UE), como Brasil. Este es otro intento más del gobierno alemán para resolver la grave escasez de trabajadores del país.
Los líderes empresariales han presionado durante mucho tiempo al gobierno alemán para que flexibilice la legislación de inmigración, argumentando que partes de la economía están siendo sofocadas por la falta de trabajadores y que los efectos a largo plazo podrían ser irreversibles. dañino.
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O Fachkräftezuwanderungsgesetz – o la ley de inmigración laboral calificada – facilitará la contratación de empleadores no pertenecientes a la Unión Europea, en medio de una clara evidencia de que no hay suficientes trabajadores alemanes y de la UE para cumplir con los demanda.
También significa que las personas que han solicitado asilo y que han encontrado trabajo durante este período pueden permanecer en sus trabajos legalmente.
Partes de la alianza conservadora de Angela Merkel y el partido populista de derecha 'Alternative für' Deutschland' han dicho en repetidas ocasiones que temen que la ley fomente la migración de trabajadores de bajos ingresos. calificación. A diferencia del debate en el Reino Unido sobre la migración de trabajadores calificados, los temas de umbrales y cuotas salariales apenas se mencionaron.
La legislación facilitará que los empleadores traigan trabajadores de fuera de la UE. Alrededor de 1,2 millones de puestos de trabajo siguen vacíos en Alemania, según el Departamento Federal de Trabajo de Alemania.
Los empleadores ya no tendrán que pasar por el largo y burocrático proceso de tener que demostrar que no hay ningún trabajador doméstico que pueda desempeñar un rol específico. Tampoco estarán limitados por una lista oficial de los trabajos que están agotados.
El Gobierno de Merkel subrayó que la política de refugiados y asilo no se verá afectada y será estrictamente separada de la nueva ley, con el fin de disipar los temores de los refugiados y los inmigrantes no calificados que abarrotan el país. La información es de The Guardian.