Acceso a colegios privados a través de Fondo de Financiamiento Estudiantil (Fies) es más difícil, según la Asociación Brasileña de Partidarios de la Educación Superior (ABMES). Según la entidad, de las 310.000 vacantes ofertadas, solo se cubrieron 80.300, equivalente al 26% de la meta.
Para el presidente de ABMES, Janguiê Diniz, la actuación de Fies en 2018 fue un fracaso. “Era el peor escenario desde que se instituyó el Fies”, dijo Diniz. “El programa, que se suponía que era social, se convirtió en un programa financiero y fiscal. Esta es nuestra mayor crítica”.
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Fies tiene nuevas reglas desde principios de año. En la modalidad en que se ofrece financiamiento por parte de la institución bancaria, con una tasa de interés determinada por el propio banco, se cubrieron 500 vacantes de un total de 210 mil. En cuanto al modelo de financiación del gobierno, que es para el resto de las vacantes, la tasa de utilización fue del 82,1%.
En una nota, el Ministerio de Educación (MEC) dice que es posible analizar solo los datos del Fies con financiamiento del gobierno. “Considerando que aún no finaliza el ciclo de contratación del Fies 2018, el desempeño observado ya es superior al observado en años anteriores (62,6% en 2016 y 78,2% en 2017)”.
Según el MEC, las nuevas modalidades tienen características diferentes a las Fies anteriores, lo que impide hacer comparaciones.
En opinión de Janguiiê Diniz, el principal cuello de botella del sistema es la no financiación del costo de los cursos en sus en su totalidad, a pesar de que el gobierno ha establecido un porcentaje mínimo de financiación del 50% para el curso elegido.
Para él, otro punto polémico es que el 60% de las vacantes se destinan a carreras prioritarias (salud, ingeniería y magisterio). “Esto no siempre está en línea con el mercado laboral”, dijo Janguiê. También se citaron las estrictas reglas exigidas por los bancos: “El banco trata los préstamos estudiantiles como cualquier otra línea de crédito”.
Una encuesta realizada por la entidad con el público objetivo del Fies revela que, para el 51% de los interesados, el acceso al programa del gobierno federal se volvió más difícil en 2018. La encuesta también mostró que el 40% de los encuestados no pueden completar un título sin una beca o financiamiento estudiantil. Para el 94% de los estudiantes, es responsabilidad del gobierno federal brindar políticas públicas para el acceso a la educación superior.
Ante las dificultades que enfrenta la Fies, el 48% de los encuestados respondió que prefiere obtener una beca o descuento directamente de la universidad; Un 22% que opta por Fies y un 24% que no tiene preferencia o consideraría alguna de las opciones. Para el 6%, la financiación privada sería la primera opción.
En nota, el MEC señala que la reforma de la Fies respeta la determinación del Tribunal de Cuentas Federal de buscar una reducción en el dependencia del programa de los recursos del Tesoro Nacional y asegurar la sostenibilidad financiera y la gobernabilidad del programa. El objetivo es “posibilitar una política de acceso más amplia a la educación superior, que sea efectiva y atienda mejor al estudiante”, dice la nota.
La nota responde a las críticas a Fies con financiación privada, diciendo que “es una modalidad de financiación todavía en desarrollo”. desarrollo, con alto potencial de crecimiento y que ha sido apoyado por el MEC e instituciones financieras Participantes. Para el año 2019 se espera el fortalecimiento de la modalidad, con el ingreso de dos bancos financiadores P-Fies más”.
Janguiê Diniz informó que se reunirá en la primera quincena de diciembre con el presidente electo Jair Bolsonaro para discutir nuevas propuestas para Fies. Según el presidente de ABMES, el objetivo es pedir al gobierno que financie el 100% de las cuotas mensuales de todos los estudiantes y que incluya la modalidad de educación a distancia. Otra idea es que las instituciones educativas ofrezcan descuentos “sustanciales y eternos”, que van del 20% al 30% del costo del curso.
A juicio de Diniz, también hay que revisar las estrictas reglas que imponen los bancos. La idea es que el alumno que tenga el 100% de la financiación vaya pagando las cuotas de amortización de la deuda durante el curso. La información es de Agência Brasil.