Se encontraron garabatos apenas perceptibles en un libro muy antiguo. Podemos imaginarnos a una mujer con un libro en sus manos hace 1.300 años, garabateando pequeñas formas de dibujos y letras incluso sin utilizar bolígrafos. El libro es una parte de la Biblia, una copia de los Hechos de los Apóstoles, que data del siglo VIII.
El libro se encuentra actualmente en la Biblioteca Bodleian de la Universidad de oxford. Los investigadores sospecharon que el libro pertenecía a una mujer, pero recién en 2022 llegaron a una conclusión.
vea mas
Empresa lanza el 1er "platillo volador" para tripulantes; encontrarse…
Mercurio entró en Leo; descubre cómo afectará a tu signo
El año pasado, la investigadora de la Universidad de Leicester, Jessica Hodgkinson, decidió darle a las imágenes la oportunidad de volver a mirarlas y prestar atención a los detalles. Esta vez, la sorpresa vino cuando noté los garabatos que estaban en la página 18.
Se identificó una frase en latín y luego los investigadores cambiaron a la computadora. Las marcas se hicieron evidentes y apareció la frase “”EaDBURG BIREð CǷ…N”. Aunque la última palabra está incompleta, los análisis indicaron que la escritura se hizo como un objeto y no con bolígrafos o tintas.
El investigador Hodgkinson vio que el primer símbolo sería perfectamente una cruz, y luego sería un nombre. “Eadburg” posiblemente poseía ese libro y los garabatos enigmáticos. No hay información sobre esta mujer, aunque los investigadores suponen que el libro era de una monja.
Eadburg era una monja de la comunidad Minster-in-Thaet en Kent, Inglaterra. Después del nombre, las letras que aparecen después son aún más difíciles de descifrar, estimándose que el término “prisión” está escrito en inglés antiguo. Sobre los garabatos, el texto bíblico informa del arresto de dos apóstoles y los investigadores analizaron que Eadburg posiblemente agregó un comentario al texto.
Además de los escritos, hay dos dibujos: un dibujo de una persona con los brazos extendidos y otro dibujo de una mano sobre un rostro triste, posiblemente secándose las lágrimas.
Estos misteriosos rasgos se encontraron gracias a una tecnología de formación de imágenes de Bodleian, capaz de comprobar toda la textura que existe en el papel. Cualquier identificación diferente en la textura, aunque sea invisible a simple vista, la tecnología puede identificarla.
Amante del cine y las series y todo lo que implica el cine. Un curioso activo en las redes, siempre conectado a la información de la web.