Algunos lo llaman conciencia, mientras que otros creen que esta voz es de Dios o de alguna otra entidad superior, sin embargo, ¿cuál es el voz interior? Según la ciencia, se trata simplemente de nosotros mismos, por lo tanto, es una forma de expresar nuestras ideas, angustias y miedos. ¿Pero todos tienen esa voz? Mira lo que señalan los estudios.
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En resumen, podemos decir que nuestra “voz” interior son nuestros pensamientos. Eso es porque nosotros los seres humanos, aprendemos a pensar verbalmente, de modo que incluso cuando no hablamos ni escribimos, estamos construyendo frases y oraciones todo el tiempo, siempre dentro del idioma que hablamos y nuestra capacidad de escribir y expresión.
Sin embargo, podemos definirlo como algo más grande que eso, porque, por ejemplo, es común que mientras leemos todas las palabras asuman una voz en nuestra propia mente. En este caso se trata de una reproducción sensorial, algo muy similar a las imágenes que proyectamos cuando pensamos en un lugar.
Lo que más le importa a la gente, de hecho, es qué voz parece estar hablándonos, discutiendo nuestras decisiones o simplemente expresando lo que sentimos. De hecho, todavía sabemos poco sobre los orígenes del pensamiento y por qué lo expresamos a través de palabras, por lo que es uno de los principales misterios de la vida.
¿Todas las personas tienen esta voz?
Para responder a esa pregunta, los investigadores de la Universidad de Nevada en la década de 1990 reclutaron a algunos voluntarios para una encuesta. En este caso, los voluntarios tendrían que escribir lo que les pasó por la cabeza, o lo que pensaron, en el momento en que sonó un pitido. Como resultado, se notó que la gran mayoría de las personas están en constante conversación consigo mismas.
Sin embargo, otras personas simplemente han demostrado una ausencia de este pensamiento recurrente e insistente. Para la ciencia, esto se debe a una condición denominada “afantasia”, que es como una especie de ceguera de la mente y consiste en la ausencia de visualizaciones mentales de cualquier origen.
De hecho, los investigadores encontraron que, además de la ausencia de esta “voz”, también había cierta dificultad para recuperar imágenes mentales, como recordar la cara de alguien. Sin embargo, no se puede decir que sea una mala condición, sino simplemente otra forma de procesar el mundo.