En el pasado, en las primeras revoluciones industriales, se buscó crear equipos que reemplazaran a los trabajo humano por máquinas, que realizaban el trabajo en mucho mejor tiempo y con mejor eficiencia. Sin embargo, con todos los avances en tecnología, este escenario ha cambiado. A inteligencia artificial, que muchos creían que era solo un mito, se ha convertido en una realidad.
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Mucha gente pensó durante mucho tiempo que la inteligencia artificial era solo un invento científico, algo que nunca se haría realidad. Esto se debe a que creían que nunca sería posible crear máquinas con “inteligencia” o características similares a las de los seres humanos.
Desde la revolución industrial, ya existían máquinas que reemplazaron a los humanos, pero hoy en día, las máquinas ya tienen un potencial mucho mayor y se pueden utilizar para numerosas actividades diferentes. Debido a este enorme avance, la mayoría ya considera la inteligencia artificial como una realidad. Un ejemplo es la creación de máquinas que fabriquen y controlen productos.
Coches autónomos que no necesitan conductores para conducir.
Uso de chatbots en atención al cliente, para atenderte más rápido y estar disponible durante todo el día.
Usando algoritmos que analizan datos de mercado, atiende a tus clientes y administra tus finanzas.
El reconocimiento fotográfico y la identificación de objetos y situaciones son algunos ejemplos de la aportación de la inteligencia artificial a las redes sociales.
Mediante el uso de robots en las facultades, principalmente de salud, para simular atención al cliente o cirugía.
La inteligencia artificial y las máquinas creadas a través de ella pueden traer varias ventajas, tales como:
Sin embargo, aunque es algo que trae muchos beneficios, también es importante que siempre haya un seguimiento. Varios especialistas sostienen que las máquinas podrían volverse tan inteligentes como para romper las reglas impuestas por los creadores. Por lo tanto, debe tener una limitación que mantenga el control, para que esto no suceda.