El avance de la tecnología en el sector del automóvil está haciendo cada vez más tangible la posibilidad de comprar un coche eléctrico en Brasil. Sin embargo, esta adquisición puede traer dolores de cabeza y el problema no está en el coche.
Incluso antes de conducir un vehículo eléctrico por las calles y carreteras brasileñas, es importante observar la realidad del apoyo a este tipo de automóvil en el país.
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Aquí no tenemos muchas estaciones de carga repartidas por las ciudades y tampoco tenemos asistencia especializada en la mayoría de las ciudades.
Es curioso observar que Brasil sería el mejor país para recibir la coche eléctrico, debido al alto potencial de suministro de energía limpia y sostenible, con centrales hidroeléctricas y eólicas.
Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que esta realidad se haga realidad. ¡Vea a continuación los mayores problemas que enfrentan quienes tienen autos eléctricos en Brasil!
El primer gran problema que enfrentan quienes poseen un automóvil eléctrico en Brasil es la falta de estructura para distribuir los puntos de recarga eléctrica en todo el país. La oferta de las gasolineras con opciones tradicionales es incluso mayor que la de los puntos de recarga eléctrica para coches.
Este es un punto que limita la circulación de los usuarios que adquieren el producto, convirtiéndolos en rehenes de ciertos lugares e incluso de los valores de los establecimientos.
En Europa, por ejemplo, ya hay más lugares donde los conductores pueden recargar sus vehículos. Sin embargo, la energía que allí se utiliza proviene de plantas que utilizan carbón o diésel, es decir, es “sucia”.
Por lo tanto, el discurso del coche eléctrico con energía limpia, que es una realidad posible en Brasil, se opone al proceso de Proveedor de energia de los países europeos, que no cuentan con procesos sostenibles para la generación de energía.
El segundo gran problema de tener un coche eléctrico en Brasil es que este artículo es caro, precisamente por la tecnología innovadora y las configuraciones de los vehículos.
Para tener una idea, será difícil adquirir un coche eléctrico por menos de 150 mil reales, incluso considerando los modelos más sencillos con la nueva tecnología.
Pero, además del costo de compra inicial, los conductores deben considerar nuevamente que el mercado brasileño no está preparado para cumplir con los coche eléctrico.
Así, es fundamental poner a punta de lápiz cuánto se gastará para circular con el vehículo. Incluso en las grandes ciudades y regiones metropolitanas, el acceso a los puntos de recarga es menor.
Asimismo, las opciones de asistencia con profesionales especializados son limitadas, encareciendo el precio, ya que la oferta es menor.
El coche eléctrico es una tecnología que necesita ser adoptada en el mundo, ya que garantiza más sostenibilidad. Sin embargo, todavía es un producto que necesita estímulo y adaptación para que las ciudades brasileñas puedan confiar en los coches eléctricos.