Las personas a menudo se preguntan cuál es su misión en la vida y le buscan un sentido. Según un estudio realizado por el El Diario de Psiquiatría Clínica, tal búsqueda del sentido de la vida está directamente ligada a su salud física y mental. Por eso, en el artículo de hoy vamos a profundizar en este estudio y dar respuesta a la pregunta que muchos se hacen: ¿a qué edad le encontramos sentido a la vida?
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El portal Journal of Clinical Psychiatry publicó un estudio que buscaba responder la siguiente pregunta: ¿A qué edad le encontramos sentido a la vida?
Como se mencionó anteriormente, tal búsqueda depende directamente de su salud física y mental. Es una construcción larga y gradual que se va formando y descomponiendo a lo largo de la vida. Según los expertos, cuanto más se mira, más difícil es encontrar ese significado. Por lo tanto, suele aparecer cuando menos lo buscas, que es el momento en que estás totalmente preparado para ello.
No existe una fórmula prefabricada para encontrar el sentido de la vida, ya que esto puede variar de persona a persona. Para comprenderlo, es necesario hacerse preguntas sobre diversos temas, tales como: ¿cómo me veo en el futuro? ¿Qué quiero para mi vida? ¿Cuáles son mis metas? Desde el momento en que comprendes estas preguntas internas, te resulta más fácil encontrar su significado.
Según el estudio que engloba la investigación “Sentido de la vida y su relación con los factores físicos, psíquicos y cognitivo”, realizado por 8 científicos, a partir de los 60 años empezamos a entender realmente nuestro existencia. A través de un cuestionario respondido por voluntarios con edades comprendidas entre los 20 y los 100 años, fue posible concluir que la existencia de este significado está vinculada al bienestar físico y mental.
Desde el momento en que consolidas tu trayectoria – formar una familia, tener un carrera establecida – la búsqueda de sentido termina disminuyendo y el sentido de la vida aumenta como consecuencia. Por lo tanto, fue posible concluir que, a partir de los 60 años, cuando el individuo está consolidado y con varias metas cumplidas, es más fácil encontrar el sentido de la vida.