Un estudio publicado en la revista Nature aporta una alertapreocupante para el futuro de nuestra planeta. El sistema vital de corrientes oceánicas, conocido como la Corriente del Atlántico Sur (AMOC, por sus siglas en inglés), puede estar al borde del colapso.
Esto podría tener repercusiones devastadoras para el clima global y afectar la vida de todas las personas en la Tierra.
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El AMOC, que incluye la famosa Corriente del Golfo, es una intrincada red de flujos oceánicos que funciona como una gigantesca cinta transportadora global.
Es responsable de transportar aguas cálidas desde los trópicos hasta el Atlántico Norte, donde se enfrían, se vuelven más saladas y se hunden hasta las profundidades del océano, extendiéndose nuevamente hacia el sur.
Pero, ¿qué significa eso, realmente? Sigue leyendo y descúbrelo.
Esta corriente juega un papel crucial en el sistema climático, ayudando a regular los patrones climáticos globales. Por lo tanto, tiene un impacto significativo en el clima en diferentes regiones del mundo.
Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que si las acciones humanas no reducen significativamente la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, la AMOC podría colapsar en las próximas décadas.
La creciente inestabilidad climática, con la calentamiento global y el derretimiento de los glaciares, ha afectado la densidad del agua, haciéndola menos capaz de hundirse y comprometiendo el funcionamiento de esta importante corriente oceánica.
(Imagen: Rolf Johansson/Pixabay/Reproducción)
Los impactos de un posible colapso de la AMOC serían catastróficos. Los inviernos se volverían extremadamente duros, y partes de Europa y el Estados Unidos se vería afectado por el aumento del nivel del mar.
Los monzones en los trópicos también experimentarían cambios significativos, lo que resultaría en efectos devastadores en la agricultura y la vida de las personas en muchas áreas del planeta.
Los investigadores analizaron un gran conjunto de datos que abarca un período de 150 años y encontraron "señales de alerta temprana" de cambios críticos en el AMOC.
Sobre la base de dicha evidencia, predijeron con gran confianza que el colapso podría ocurrir ya en 2025 o, a más tardar, a mediados de este siglo.
Si bien no hay evidencia observacional de que el AMOC esté experimentando problemas, los científicos destacar la necesidad urgente de tomar medidas rápidas y eficaces para reducir la contaminación y el calentamiento global.
La investigación refuerza la importancia de actuar con decisión para evitar un desastre ambiental que tendría implicaciones drásticas para la humanidad.
El estudio concluye que el tiempo se acaba y que hay más en juego que nunca. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adopción de medidas eficaces para preservar el equilibrio climático son cruciales para evitar un destino sombrío.
El mundo necesita unir fuerzas y actuar con determinación para proteger nuestro planeta y garantizar un Futuro sostenible para las generaciones futuras, pero también para las presentes ahora en el planeta.