El hambre y la inseguridad alimentaria son dos de los grandes problemas que surgen en tiempos económicos difíciles en cualquier país. En este escenario, es común y esperado que los consumidores encuentren formas de sortear la dificultad financiera de comer. Así lo muestra este estudio, que considera el aumento de Consumo de comida cerca de ganar.
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Hay varias razones económicas que pueden llevar a un aumento en los precios de los alimentos en cualquier sociedad. Entre ellos podemos enumerar la escasez de un determinado insumo, además del aumento de la demanda de un producto específico e incluso el aumento del precio de las materias primas, etc.
Por ejemplo, el aumento del precio del trigo puede provocar un aumento del precio del pan y la pasta en general. De igual forma, si un país experimenta una sequía o un cambio climático que disminuye la posibilidad de producir trigo, entonces el precio también aumentará.
Generalmente, en casos inflacionarios, hay un aumento en el costo de producir alimentos debido a diversas dificultades económicas. Estas dificultades de los productores se transmiten a los consumidores en forma de aumentos de precios. Esta es la situación económica del aumento de los precios de los alimentos en Brasil.
Con tantas dificultades, los consumidores siempre optarán por formas de reducir los costos de los alimentos. Así, una de las estrategias es buscar descuentos en los alimentos por la proximidad de la fecha de vencimiento.
Esto es lo que un estudio de la Buceo de comida, donde 6 de cada 10 consumidores reportan buscar alimentos próximos a la fecha de caducidad para obtener descuentos. Sin embargo, los especialistas advierten que esta práctica puede ser peligrosa, ya que la más mínima expiración de la fecha de caducidad de algunos productos puede acarrear consecuencias para la salud.
Sin embargo, esto es en realidad el resultado de procesos inflacionarios, ya que comer no es una opción. Así, en muchos casos, frente a la opción de no comprar productos próximos a su fecha de caducidad, supone pasar hambre o, al menos, reducir la cantidad y calidad de los alimentos.