Una ventaja comparativa indiscutible. Eso es lo que dice la investigación “Efectos macroeconómicos potenciales con la expansión de la oferta pública de educación secundaria técnica en Brasil”, elaborado por Itaú Educación y Trabajo, con el propósito de debatir la formulación de programas y políticas públicas tendientes a ampliar las vacantes en el segmento de educación profesional.
Uno de los principales hallazgos del estudio es que, en general, quienes completan cursos los técnicos logran ganar, en promedio, un salario 32% superior al de quienes terminan la secundaria tradicional. La diferencia también está presente en el segmento que está fuera del mercado, donde la tasa de desempleo, 7,2%, en el primer caso, es inferior al 10,2%, en el segundo.
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Al comentar esos datos, la superintendente de Itaú Educação e Trabalho, Ana Inoue, destaca que “tenemos que dejar de gustar sólo al joven que sale de una situación precaria y se va a la Universidad de Harvard o a otro lugar de prestigio. Tenemos que valorar a toda la juventud”.
En una simulación del impacto sobre el crecimiento económico, si se triplicara el número de vacantes en educación secundaria, habría un aumento de 2,32% en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, debido al incremento en el número de empleos y los ingresos de trabajadores
Otro efecto significativo, pero de carácter social, destacado por los autores del estudio, estaría relacionado con la reducción de la desigualdad de ingresos entre los más pobres y los más ricos, a través de la mayor acceso a este tipo de formación técnica, con la ampliación del Índice Gini (indicador socioeconómico utilizado para medir la distribución del ingreso en un país determinado), del 0,55% al 0,58%.
La encuesta también revela que, entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Educación Vocacional y Tecnología (EPT) es responsable por la formación del 32% de los estudiantes de secundaria, a diferencia de Brasil, donde dicha participación no supera el 8%.
Otro problema planteado en el estudio se refiere a la evasión escolar, motivada, sobre todo, por la necesidad de los brasileños de tener que trabajar, desde temprana edad. Según la sección de educación de la Encuesta Nacional Continua por Muestreo de Hogares (PNAD Continua), de julio de 2020, elaborada por la Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), esa es la principal razón de abandono escolar del 39,1% de los jóvenes entre 14 y 29 años años.