Tú fertilizanteshan sido esenciales para el crecimiento de la producción agrícola a lo largo de los años. Sin embargo, el uso inadecuado de estos productos puede causar serios problemas ambientales.
Preocupado por eso, investigadores de la Universidad de São Paulo (USP) han desarrollado un biofertilizante innovador que utiliza residuos agrícolas comunes y promete ayudar en la producción sostenible.
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El fertilizante tradicional se utiliza para enriquecer el suelo con nutrientes, esto permite un aumento significativo en la producción de cultivos agrícolas. Sin embargo, el exceso puede resultar en daño ambiental.
La lixiviación es uno de los problemas asociados al uso intensivo de productos químicos. Este consiste en un proceso en el que los nutrientes no absorbidos por las plantas son arrastrados por el agua de lluvia, acabando así por contaminar los cuerpos de agua.
(Imagen: Shutterstock/VisualArtStudio/Reproducción)
En respuesta a estos desafíos, el equipo de investigadores del Laboratorio de Química Ambiental de la USP desarrolló un biofertilizante revolucionario, el “Biofertilizante Bioactivo Líquido Producido a Partir de Residuos Agrícola".
La idea surgió durante el doctorado de la investigadora Giovanna Ribeiro, supervisada por la profesora Maria Olimpia Oliveira.
El principal diferencial del biofertilizante es su origen sostenible. Se compone de la fermentación anaeróbica de desechos agrícolas, como desechos de aves y estiércol de ganado, que normalmente se desecharían.
Esta técnica es conocida por su capacidad de transformar los desechos orgánicos en un fertilizante rico en nutrientes para las plantas.
Giovanna Ribeiro destaca que las materias primas fueron cuidadosamente analizadas durante todo el proceso de desarrollo de la patente.
El objetivo era asegurar que el producto final cumpliera con los estándares de calidad establecidos por los investigadores y fuera rico en macro y micronutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas.
El biofertilizante ha sido validado a escala de laboratorio y ya se ha depositado la solicitud de patente. Sin embargo, antes de ser comercializado, el producto debe someterse a pruebas de desempeño del suelo, ajustes de dilución, dosificación y aplicación, además del registro ante los organismos reguladores.
La expectativa es que el biofertilizante desarrollado en la USP pueda revolucionar la agricultura sostenible, brindando una alternativa más ecológica y eficiente a los fertilizantes convencionales.
Con el uso de desechos agrícolas como materia prima, la producción de alimentos puede ser más fácil de usar. medio ambiente, evitando la contaminación del suelo y del agua.
Giovanna y su equipo ahora están buscando asociaciones comerciales para hacer posible la producción a gran escala y llevar el biofertilizante a los agricultores interesados.
Esta innovación promete impulsar la producción agrícola responsable y sostenible, contribuyendo a un futuro más verde y próspero para el sector.