Comer no es solo una necesidad fisiológica del ser humano. También es una experiencia y una fuente de placer.
Es por eso que hay tantos buenos restaurantes en todo el mundo. Sin embargo, la cocina no siempre fue del tipo “Masterchef” como lo es hoy.
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Antes de tener un paladar más sofisticado, a base de carnes bien cocinadas, dulces y pastas, hubo un tiempo en que la comida era vista solo como una fuente de energía y supervivencia.
Esto ha llevado a la creación de platos que, con el debido respeto a nuestros antepasados, resultan incomibles e incluso asquerosos.
Mira esto selección de tres platos que han pasado por la mesa de los seres humanos a lo largo de la historia. Te lo advertimos de antemano: ¡sigue leyendo solo si tienes un estómago fuerte!
1. melas zomos
los guerreros de Esparta, desde su reclutamiento, fueron entrenados para soportar situaciones degradantes, terribles sufrimientos y dificultades, esto también se reflejó en la alimentación.
En el menú de los guerreros estaba Melas Zomos, cuyos ingredientes eran sangre (¡mucha sangre!), mezclada con sal y vinagre. Pero espera, no era sangre humana, ¡afortunadamente! Pero cerdo.
Eso se debe a que comieron mucho manitas de cerdo hervidas y pensaron en hacer Melas Zomos como una forma de aprovechar la sangre de estos animales.
2. Pulmón empapado en leche
Tú intolerancia a la lactosa ya empezó a sudar frío.
Hacia el año 1400 d.C. C., en partes de Europa y Asia, era común que las personas prepararan pulmones remojados en leche. Generalmente, el órgano se secaba y se rellenaba con carne o vegetales.
La leche se usaba para disminuir la acritud del sabor del pulmón y también para minimizar las enfermedades que pudiera tener la carne.
3. Garum, el “ketchup de la antigua Roma”
Plinio, “el Viejo”, definió al Garum como un líquido exquisito. El manjar estaba hecho de entrañas de pescado cubiertas con agua salada.
La mezcla se fermentaba al sol hasta por un año. No se sabe muy bien cómo usaban los romanos esta sustancia pegajosa, pero probablemente era como salsa, principalmente para decorar los platos de la élite.
Algunas versiones de Garum tenían otros condimentos como aceite, vinagre y pimienta. Y, según el pescado utilizado, la salsa era más o menos concentrada.
Pero no se equivoquen, la mezcolanza no fue tan bien vista. La fabricación de este acompañamiento hacía que Roma tuviera un olor súper desagradable, al punto de generar oleadas de arcadas. Por lo tanto, su fabricación se llevó a cabo lejos de los centros urbanos, donde no podía atormentar ninguna nariz.
Graduada en Comunicación Social en la Universidad Federal de Goiás. Apasionado por los medios digitales, la cultura pop, la tecnología, la política y el psicoanálisis.