Hace unos 10 años, la entonces técnica de enfermería Grazielle Matos buscaba a alguien para hacer extensión de uñas con acrigel, pero no encontraba un profesional en su ciudad.
Fue entonces cuando vio una oportunidad y decidió aprender la técnica por su cuenta, iniciando un curso para hacerse las uñas.
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(Foto: archivo personal / Reproducción)
A los 18 años, Grazielle trabajaba en una ferretería propiedad de su novio en ese momento. También inició un curso de técnico en enfermería como apuesta en caso de que la tienda no prosperara.
Durante este período decidió aprender a hacer sus propias uñas debido a su fragilidad y la falta de profesionales en el área.
Sin embargo, después de cuatro años, la empresa constructora cerró y Grazielle decidió abandonar su carrera de enfermería porque reconoció que no era su vocación.
Lo que nadie esperaba era que Grazielle tuviera éxito en el ámbito del alargamiento corporal. clavos. Al fin y al cabo, ella no lo veía como una profesión, sino como una relajante actividad manual.
Comenzó a practicar con ella misma y con sus familiares, y cuando la empresa constructora cerró, utilizó el espacio de la tienda para atender a sus primeros clientes de pago.
El empresario anunció los servicios en un sitio web de cupones de descuento y vendió alrededor de 70 de ellos, pero enfrentó desafíos, como uñas rotas, gente insatisfecha y problemas de hongos.
A pesar de invertir en cursos, todavía no pudo resolver estos problemas. Decidida a destacar en el campo, Grazielle desarrolló su propio método y compartió sus conocimientos en las redes sociales y YouTube.
Con el tiempo, comenzó a impartir cursos y a viajar a diferentes estados para enseñar sus técnicas. Ya no trabajaba como diseñadora de uñas, vivía únicamente de cursos y tutorías.
Poco antes de la pandemia, Grazielle lanzó una formación digital sobre extensiones de uñas que generó ingresos de 1,3 millones de reales en tres días. Actualmente, sus cursos y consultorías ayudan a los estudiantes a ganar R$ 7.000 mensuales en 30 días.
Además, la mujer lanzó su línea de productos para profesionales del diseño de uñas y planea expandirse con artículos dirigidos al consumidor final.
Hoy, su empresa gana alrededor de 500.000 reales al mes, lo que demuestra cómo la vocación de una ex enfermera podría transformarla en una empresaria de éxito en el mundo de la belleza.