En un avance revolucionario que promete redefinir los límites de medicamentode trasplantes, un mono de la especie Macaca fascicularis logró sobrevivir más de dos años después de recibir un riñón de cerdo modificado genéticamente.
El estudio publicado el pasado miércoles (11), en la prestigiosa revista científica Nature, es el resultado de una colaboración sin precedentes entre la empresa de biotecnología eGenesis y reconocidos investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard.
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El experimento utilizó la tecnología CRISPR, una sofisticada técnica de edición de genes, para adaptar órganos de cerdos miniatura de Yucatán, haciéndolos compatibles con el sistema inmunológico del primate receptor.
Este logro es un salto monumental en la búsqueda de soluciones a la escasez de órganos disponibles para trasplantes humanos.
Se eligieron cerdos porque sus riñones alcanzan un tamaño comparable al de los humanos en la edad adulta.
Sin embargo, para este estudio específico, los trasplantes se realizaron con órganos sustancialmente más pequeños adecuados para los monos receptores.
El experimento implicó sofisticadas modificaciones genéticas en cerdos, con el principal objetivo de prevenir rechazo de órganos trasplantados y eliminar posibles virus porcinos, aumentando la seguridad de los procedimiento.
En total, 21 monos participaron en este innovador ensayo científico y recibieron riñones modificados.
La investigación marca un paso crítico para el futuro de los trasplantes entre especies, especialmente considerando la escasez crónica de donantes humanos.
(Imagen: divulgación)
Los científicos han conseguido ampliar sustancialmente la supervivencia de los monos que recibieron riñones de cerdos modificados genéticamente.
Mientras que normalmente los primates sobrevivían unos 24 días con riñones modificados para desactivar los genes responsables del rechazo, inmunológicamente, esta expectativa se multiplicó por siete, alcanzando aproximadamente 176 días, cuando siete genes humanos fueron agregado.
Estos genes son clave para reducir la coagulación sanguínea, la inflamación y otras reacciones inmunes adversas.
Sorprendentemente, uno de los monos que se benefició del trasplante y del posterior tratamiento inmunosupresor sobrevivió dos años de vida. supervivencia (758 días), un resultado que Michael Curtis, director ejecutivo de eGenesis, describió como un “hito extraordinario".
En declaraciones a The Guardian, Curtis enfatizó que estos resultados son un rayo de esperanza y podrían representar un futuro en el que las personas que necesitan trasplantes que les salven la vida pueden recibir órganos seguros y compatibles de origen animal, salvando así innumerables vidas.