Todos hemos experimentado noches en las que nuestra mente parece dar vueltas en círculos, llenándose de Pensamientos y preocupaciones mientras intentamos conciliar el sueño..
"¿Hice lo correcto? ¿Qué necesito hacer mañana? ¿Y dónde diablos está mi certificado de nacimiento? Estos pensamientos a menudo parecen incontrolables, pero ¿interfieren con el sueño? La ciencia responde con un rotundo “sí”.
vea mas
El controlador de la aplicación revela ganancias de más de R$ 1.000 en un solo...
Astronauta en la Estación Espacial hace registros ESPECTACULARES del eclipse…
Si eres de los que pueden dormir profundamente y despertarse renovados, tus pensamientos previos a dormir pueden ser muy diferentes a los de quienes sufren de insomnio.
Las personas que tienen un sueño nocturno reparador suelen tener pensamientos predominantemente visuales, como si estuvieran experimentando un sueño antes de quedarse dormidos.
(Imagen: iStock/Reproducción)
Por otro lado, quienes enfrentan problemas de sueño tienden a dirigir sus pensamientos hacia la planificación y solución de problemas reales.
Su pensamientos son menos agradables y más centrados en cuestiones prácticas, lo que puede aumentar la sensación de estrés durante el sueño.
Este ciclo de preocupación puede provocar noches de inquietud y una búsqueda desesperada por conciliar el sueño. De hecho, el estrés sobre la calidad del sueño puede hacer que sea más difícil lograr un descanso nocturno adecuado.
Un estudio de 400 adultos jóvenes reveló que ver programas de televisión en exceso estaba relacionado con una peor calidad del sueño, más fatiga y un aumento de los síntomas de insomnio.
La “emoción cognitiva” generada por las narrativas atractivas y la identificación con los personajes puede ser un factor contribuyente.
Afortunadamente, existen formas de transformar el caos mental previo al sueño en pensamientos más placenteros y pacíficos. Una técnica valiosa es la “reorientación cognitiva”, una estrategia desarrollada por el psicólogo Les A. Gelis.
La reorientación cognitiva implica crear pensamientos cautivadores pero no demasiado excitantes antes de acostarse.
Esto puede ayudar a reducir la excitación mental nocturna y reemplazar los pensamientos no deseados por otros más placenteros. La clave es elegir una tarea mental que sea atractiva y divertida, sin causar estrés ni agitación.
Si te gusta la decoración de interiores, puedes imaginarte rediseñando una estancia de tu casa. Los amantes del fútbol pueden reproducir mentalmente una parte del partido o planificar una nueva táctica.
Aficionados de música pueden recitar la letra de su álbum favorito, mientras que los entusiastas del tejido pueden imaginarse haciendo una manta. El reenfoque cognitivo es una técnica simple pero poderosa que puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.
La meditación y el mindfulness también pueden ser poderosos aliados en la búsqueda de un sueño nocturno más tranquilo.
Practicar la meditación ayuda a aumentar conciencia de sí mismo, haciéndote más consciente de tus pensamientos repetitivos. En lugar de luchar contra esos pensamientos, practicar la atención plena te permite observarlos sin juzgarlos.
Incluso puedes saludar tus pensamientos a medida que surgen, reconociendo que son sólo ideas fugaces.
Este enfoque puede resultar especialmente útil para combatir los pensamientos cavilantes, que tienden a empeorar cuando intentamos bloquearlos.
Para dormir bien, empieza a trabajar la calidad de tu sueño desde que te despiertas. Mantenga una rutina constante a la hora de acostarse, evite el uso de dispositivos electrónicos por la noche y haga ejercicio regularmente durante el día.
Si tu mente tiende a llenarse de pensamientos antes de quedarte dormido, prueba técnicas de reenfoque cognitivo o practica la atención plena para calmar tu mente.
Recuerde, dormir bien no comienza con la hora de acostarse, sino con la forma en que prepara su mente y su cuerpo a lo largo del día.
Con las estrategias adecuadas, puedes transformar tu experiencia antes de dormir y disfrutar de noches más vigorizantes.