Una pequeña clave, probablemente de la Baja Edad Media (alrededor de 1300 a 1539), fue encontrado recientemente encajado en una cerradura. El hallazgo sorprendió al equipo de trabajo de campo de Kemble del Centro Arqueológico de Cotswold.
A descubrimiento ocurrió en las afueras de la aldea de Claverham, en North Somerset, Reino Unido, según informó el portal Arkeonews.
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(Imagen: Arqueología/Reproducción de Cotswold)
Los arqueólogos estaban realizando excavaciones en un área adyacente a la casa Court De Wyck del siglo XIX, con el objetivo de encontrar vestigios de la antigua mansión medieval del mismo nombre.
Durante las actividades, el equipo también descubrió una serie de muros asociados al edificio original y sus posteriores reconstrucciones.
La llave, clasificada como “llave giratoria”, debe su nombre a su capacidad para girar la cerradura. Ahora, es una fuente de estudio para el equipo involucrado.
Estos objetos, cuyo origen se remonta a hace unos 6.000 años en antigua babilonia y en Egipto supusieron un importante avance en seguridad respecto a las primeras cerraduras de madera, que eran muy vulnerables, además de relativamente pesadas.
Los arqueólogos creen que el objeto pudo haber sido utilizado para abrir una puerta o un cofre, pero persiste la incertidumbre. La clave es similar al tipo común de modelos medievales conocido como “Londres VI”.
Eran dispositivos de desbloqueo hechos de aleación de cobre, normalmente de 80 a 100 mm de largo, con tubos huecos y perforaciones intrincadas.
El descubrimiento ofrece una visión fascinante de la tecnología de seguridad del pasado y añade una pieza intrigante al rompecabezas histórico de Claverham.
Su relación con la historia de la casa solariega y su uso exacto siguen siendo misterios que los arqueólogos continúan investigando y creando hipótesis.